12 C
Mexico City
viernes, diciembre 5, 2025

Ni preciosas ni guerrilleras / Mar profundo

Te podría interesar

 

 

 

La identidad femenina ha estado anclada a diferentes perspectivas ideológicas que en mayor medida han sido ajenas a la propia decisión de la mujer. Las mujeres en el campo de la cultura y las artes han encabezado un activismo constante en diferentes contextos históricos, políticos y sociales en donde han luchado por ser respetadas en su individualidad, en sus diferencias y en el reconocimiento a sus capacidades. A lo largo de diversa literatura se ha dado testimonio de los distintos recorridos en la historia de la humanidad en donde las mujeres han encabezado con fuerza cambios de perspectivas en busca de una emancipación y un reconocimiento a sus derechos y garantías tanto en las esferas privadas y públicas. Porque si bien estos movimientos políticos y culturales atienden en mayor medida a un derecho a la participación en la vida pública no es inadvertido que en el ámbito de la esfera privada también han surgido cambios que buscan el reconocimiento y el respeto a los variados horizontes desde los cuales las mujeres participan y generan sus propias realidades. Así, nuevos paradigmas, incluso en su vida reproductiva, por citar un ejemplo, permitieron que “a medida que las mujeres fueron accediendo al control de su reproductividad/sexualidad, fueron ingresando al mercado laboral, al sistema educativo superior, y a la par liberándose de su vinculación directa con la familia experimentaron un fuerte impulso de individualización y reflexividad. Esta capacidad en la toma de decisiones en su vida íntima y reproductiva ha abierto puertas para nuevas posibilidades en el ámbito público, a pesar de la constante presión que de manera social y cultural viven las mujeres en su cotidianidad para satisfacer las expectativas de lo que “debe” ser la mujer desde la perspectiva de los otros. Sin duda, históricamente estos cambios en el ámbito de vida reproductiva fueron y han sido una lucha constante a lo largo de varios siglos, pero el reconocimiento del Estado y sus instituciones no fue sino a partir de la segunda mitad del siglo XX derivado de una larga suma de activismo social y cultural, pero que aún hoy con ese reconocimiento por muchos sectores de la sociedad siguen sin aceptarlo. A pesar de ello, ante la constante opacidad de los derechos de las mujeres, los distintos movimientos encabezados por ellas, se han hecho presentes también en el ámbito de las artes. Desde Las Preciosas, como eran conocidas en el siglo XVII, “mujeres burguesas quienes sabían que para emanciparse era necesaria la educación y quienes supieron aprovechar las oportunidades del espacio de la vida cultural”* aún y a pesar de haber sido fuertemente criticadas por los intelectuales de la época como Moliere siguieron en su lucha. O como The guerrilla girls, quienes en tiempos actuales y a través de una crítica contestataria a los modelos de políticas culturales utilizan el sarcasmo y la ironía para cuestionar la falta de representación y representatividad de la mujeres en el ámbito de las artes. Con ellas y con muchas otras aún queda mucho espacio en donde ejercer. Las Preciosas y The guerrilla girls lograron y logran respectivamente, identificar las formas y los espacios desde los cuales artísticamente hacerse presente, evidenciar y visibilizar una condición de inequidad construida desde la masculinidad y que históricamente ha sido alimentada por el propio Estado, subordinándolas al ámbito familiar, de procreación, a su cuerpo desde la perspectiva del otro.

Las mujeres a lo largo de distintos momentos han usado las artes como un instrumento de crítica social y cultural, pero también como un espacio de libertad y de cuestionamiento de lo que se ha querido imponer por los otros como el ideal de lo que “es ser mujer”, y que poco o nada considera la diversidad con que las mismas mujeres se representan así mismas y para sí mismas. En ese sentido, cuando reconocemos que “la cultura nace de la relación de las personas con su entorno físico, con su mundo y el universo, y a través de cómo se expresan actitudes y creencias hacia otras formas de vida…”**  es justo el arte, dentro del espacio de libertad una fuerza poderosa para expresarse y construir nuevas relaciones con el entorno en donde se promuevan y fortalezcan espacios propicios para su desarrollo humano, y en donde la mujer “…pueda elegir qué proyecto de vida quiere para su propia existencia, dentro de la multiplicidad de opciones…”*** .  Y es que es necesario seguir confrontando las perspectivas históricas en las cuales las mujeres han sido subyugadas, porque “si en la Ilustración la mujer era considerada, por naturaleza, esposa y madre, constituyendo un lazo de mediación entre el ciudadano y el Estado, en el Romanticismo esa equiparación con la naturaleza la convierte en nexo de unión entre el artista y la creación”**** , ambas perspectivas siguen profundamente arraigadas de forma tal que las mujeres aún hoy en día son confrontadas, cuestionadas y presionadas a asumir una imagen sin dar espacio a una reflexión por ellas mismas. Por ello es urgente promover desde el espacio público y a través de las artes, el ejercicio del derecho que las mujeres tienen como protagonistas de sí mismas de manera que puedan plasmar con libertad su visión del mundo haciendo uso del espacio que también les pertenece. De ahí la urgencia también de atender políticas culturales con perspectiva de género, con un enfoque diverso e incluyente que dé espacio a la multiplicidad de representaciones de nuestras realidades hoy.

El arte permite producir nuevos discursos, pero sobre todo nuevas prácticas que favorezcan la exploración de la individualidad y la convivencia de la multiplicidad de imágenes desde el espacio público. La realidad es que no sabemos aún incluso cómo hacer uso del espacio que nos pertenece. Seguimos pensando que en cuestionar y exigir estamos haciendo uso de nuestros derechos, pero no somos ni “preciosas” ni “guerrilleras”, y el problema de inicio es justo cuando creemos que ya lo somos.

*********
Idid.,pág. 3

** Barrios Nogueira, Andrea y Chaves Zaldumbide Ángel. (2014). Transformar la realidad social desde la cultura: planeación de proyectos culturales para el desarrollo. México: Conaculta. Pág. 32

***  Ibid., Pág. 9

****  Universidad Autónoma Metropolitana, Op. Cit.. pág. 9

RELACIONADOS

Teresa Jiménez encabezó la entrega de 50 mdp del Programa de Apoyo a la Gestión Escolar (PROAGE)

Este recurso es cien por ciento estatal. Vamos a seguir impulsando con fuerza los temas educativos: TJ  Se destinaron 50 millones de pesos...

Cuarto Oscuro Frida Sáenz Cruz

Frida Sáenz Cruz Empecé a practicar la fotografía a mis 13, 14 años, recuerdo que me gustaba mucho fotografiar mi entorno, lo urbano; buscaba formas...

Alberto Híjar, formador de generaciones de investigadores y artistas críticos

 El INBAL le dedicó un homenaje por sus 90 años de vida y más de seis décadas de actividad como escritor, profesor, investigador,...

Enrique Eduardo Palos — “El guardián fiel de la portería felina”

Trayectoria desde Aguascalientes hasta la élite Enrique Palos nació el 31 de mayo de 1986 en Aguascalientes, Aguascalientes. Como guardameta, desarrolló gran parte de su carrera...

José Manuel Abundis — “La Máquina” que marcó una época en Toluca

Carrera como jugador: goles, títulos y gloria José Manuel Abundis Sandoval nació el 11 de junio de 1973 en Guadalajara, Jalisco. Fue un delantero incisivo, conocido por...

Aldo de Nigris — El ‘9’ regiomontano que dejó huella en Rayados y el fútbol mexicano

Orígenes y primeros pasos Aldo de Nigris — cuyo nombre completo es Jesús Aldo de Nigris Guajardo — nació el 22 de julio de 1983 en...
- Advertisement -spot_img
- Advertisement -spot_img

Recientes en LJA.MX

Teresa Jiménez encabezó la entrega de 50 mdp del Programa de Apoyo a la Gestión Escolar (PROAGE)

Este recurso es cien por ciento estatal. Vamos a seguir impulsando con fuerza los temas educativos: TJ  Se...
- Advertisement -spot_img

MÁS INFORMACIÓN EN LJA.MX

- Advertisement -spot_img