- INAH interviene para que las campanas antiguas sean resguardadas por ser piezas del siglo XIX
- Es un trabajo artesanal, en muchas ocasiones donadas por familias de abolengo o personajes importantes de la época
Se llevan a cabo trabajos de sustitución de cuatro de las campanas antiguas de la Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Asunción por el deterioro que presentan; el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Héctor Castanedo Quirarte detalló que son piezas históricas hechas en el siglo XIX, por lo cual se tiene que conservar, pues son representativas de la época.
“Es un trabajo artesanal; habrá que ver con las personas del obispado y de la propia Catedral para ver qué destino pudieran tener”, señaló que la reposición derivó de que las campanas están fracturadas, lo cual es común por el uso; en determinado momento esto no permite que suenen adecuadamente. No es nada más en el caso de Catedral, el bronce o las aleaciones metálicas que se tienen para la fabricación de las campanas va cediendo de tanta vibración y golpeteo que con los badajos se va haciendo, incluso desprendiendo las capas de metal.
Mencionó que lo común es que las campanas se fundan para hacer más piezas, en este caso como representan una fecha que por su antigüedad podemos nombrar como histórica, es fundamental que se preserven.
El delegado del INAH detalló que la Presidencia Municipal, con recursos del programa del Fondo de Apoyo a Comunidades para la Restauración de Monumentos Históricos y Bienes Artísticos de Propiedad Federal (Foremoba), hizo intervenciones en la Catedral, algunas en el subsuelo, y posteriormente de limpieza de una de las torres fueron supervisados por el Instituto, pero son trabajos que están prácticamente terminados. Las campanas nuevas se mandaron a hacer por parte del Obispado.
Recalcó que la recomendación para estas piezas es que queden expuestas en algún sitio público, situación que se ha dado en diferentes parroquias e iglesias del estado, en donde las campanas se han repuesto.
“Se encuentran en la actualidad todavía sobre la superficie de la banqueta o del atrio, en el caso de Pabellón de Hidalgo, se bajaron y están en una lateral; nosotros hemos propuesto que se haga ahí un andador histórico donde puedan observarlas, tocarlas, porque es interesante y no les va a pasar nada.”
Castanedo Quirarte enfatizó que es fundamental que la gente se acerque más a este trabajo artesanal de hace varios siglos, el cual no se hace nada más en México, es una tradición ancestral en la religión.
Precisó que en muchas ocasiones las campanas las donaba alguna familia, algún persona y si en su época fue un personaje minero, pudo haber aportado un material; en cuanto al valor de las mismas, dijo que el monetario es de conocimiento de la Iglesia, pues es similar a las que se acaban de adquirir, sin embargo predomina el otro valor, el histórico.
