- Los mayores gastos son el luz y agua, a decir de Héctor Anaya
- Se espera que con la conversión a TIF el rastro pueda representar una ganancia para el municipio
El secretario de Servicios Públicos Municipales, Héctor Anaya Pérez, dio a conocer que por años, el rastro municipal ha trabajado con déficit anual de cinco millones de pesos que se deben principalmente a un mal aprovechamiento de la energía eléctrica y del agua.
Luego de que el pasado martes fuera anunciado que se echará a andar el primer rastro público para bovinos Tipo Inspección Federal (TIF) tras seis años de que el proyecto estuvo congelado, el secretario de Servicios Públicos comentó este miércoles que esto ayudará a aliviar el déficit con el que el rastro ha trabajado por años.
Actualmente, detalló el secretario, en el rastro municipal se sacrifican más de ocho mil cabezas de ganado mensuales con una recaudación mensual de entre un millón 200 mil pesos y un millón 300 mil pesos, lo cual representa al municipio en términos netos, que se opera con un déficit anual de casi cinco millones de pesos, “Se hace un gran esfuerzo para incrementar la recaudación, para incrementar la eficiencia del rastro pero siempre hay áreas de oportunidad”.
“El rastro municipal desde hace muchos años opera con ese déficit, muchas de las administraciones han empeñado sus esfuerzos en reducirlo, nosotros podemos decir que sí lo hemos logrado desde la administración pasada por qué el déficit no era de cinco millones de pesos era todavía más amplio.”
Este déficit, explicó, se debe a que el presupuesto para operar el rastro es de 23 millones de pesos en el rastro, pero se recaudan 17 millones de pesos aproximados, siendo que la mayoría del dinero se gasta en luz y agua necesarias para el funcionamiento del matadero, “Para que estemos en números negros tendríamos que incrementar la matanza, tendríamos que ser más eficientes en nuestro gasto, sobre todo en el consumo de energía que es el rubro en el que más le pega al rastro”.
Por ello aplaudió que en el proyecto que se ha anunciado se contempla un biodigestor con el que la materia orgánica que se genere derivada del sacrificio se pueda generar energía y reducir el consumo y el gasto que le representa al gasto municipal”.
Respecto al agua, agregó Anaya Pérez, el proyecto que tendría un costo de quince millones de pesos contempla la mejora del cárcamo, con lo cual se mantendría el agua contaminada y no se enviaría de manera directa a la planta tratadora que atiende el sistema, por lo que mejorarían las condiciones sanitarias.
El secretario también adelantó que en aproximadamente un mes se comenzará a construir otro parque para perros en una de las zonas desaprovechadas del Parque México que tendrá un costo de alrededor de un millón 500 mil pesos y constará de al menos dos hectáreas dedicadas al esparcimiento de los canes delimitados dependiendo del tamaño de los animales.




