En el municipio de San José de Gracia se cuenta con alrededor de 50 niños y jóvenes con alguna discapacidad. Sin embargo, a pesar de que al igual que las demás personas tienen derecho a recibir educación, no existía un centro educativo que les permitiera recibir la estimulación y educación especializada que ellos requieren. Hasta el 1 de octubre de 1999, un grupo de madres de familia entusiastas e interesadas en la educación de sus hijos, con el apoyo de Raúl González Reyes, entonces presidente municipal, gestionó ante las instancias correspondientes la apertura de un grupo conformado por 11 alumnos y una maestra, todos ellos de dicho municipio.
La escuela primaria Aquiles Serdán fue la que prestó durante todo el ciclo escolar un aula, pero una vez que fue insuficiente el espacio físico, dado el aumento de población escolar; la administración municipal apoyó con la renta de una casa habitación, la cual fue acondicionada para brindar la cobertura educativa a la cabecera municipal y a las comunidades de Paredes y San Antonio de los Ríos, se sumó otra maestra y de esta forma el espacio volvió a ser insuficiente.
Por ello se les permitió hacer uso del edificio utilizado como lavadero y baños públicos, con el acondicionamiento necesario, donde el Instituto de Educación de Aguascalientes (IEA), a través del Centro de Atención Múltiple (CAM) XI brindó la educación especializada a todos los niños del municipio.
Actualmente, el CAM XI cuenta con un grupo de educación inicial conformado de alumnos de seis meses a dos años, con preescolar de ocho alumnos de tres a seis años y un grupo de primaria de siete alumnos; al igual que un grupo de capacitación laboral de nueve jóvenes y cuatro egresados del CAM, que reciben atención en telesecundarias del municipio.
La primera piedra para la construcción de su propio espacio físico es un compromiso que tanto Gobierno municipal como estatal debió cumplir desde años atrás. Estos niños y jóvenes con discapacidad severa o múltiple no pueden andar moviéndose de espacio cada vez que crece la población.
Este centro ha apoyado y ayudado a familias con esta problemática, pero esperar 13 años para construir su propio espacio después de cientos de solicitudes, causa molestia por parte de los ciudadanos. Hay niños que aún no logran hablar, ni comportarse con rectitud, todavía queda camino por recorrer, por lo que familiares de usuarios de este CAM solicitan no olvidar que no sólo ocupan un edifico, sino también maestros especializados, transporte especial –hay ocasiones que ni combis han querido dejar subir a personas con alguna discapacidad– así como con material de apoyo y capacitaciones a los padres de familia, ya que se puede mejorar el rendimiento si la educación sigue en casa.
Se estima estar finalizado a más tardar la primera semana de febrero, y se tiene un presupuesto un poco superior a los 3 millones 500 mil pesos, entre material y mano de obra; serán 240 beneficiados con 38 empleos directos.
