- El Gobierno Federal tramitó en 2013, el proyecto que actualmente se ejecuta en Guadalupe González y Segundo Anillo
- El paso desnivel del Campestre no requirió permisos federales, puesto que se lleva a cabo con recursos del estado
El delegado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Gilberto Gutiérrez Gutiérrez, confirmó que la dependencia federal avaló el cambio de uso de suelo para la construcción del paso a desnivel de avenida Guadalupe González y Segundo Anillo, cuyos trabajos están actualmente en ejecución.
En entrevista, aclaró que el correspondiente manifiesto de impacto ambiental fue aprobado hace cinco años, toda vez que el proyecto de infraestructura fue elaborado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), aunque la obra no se había desarrollado hasta este momento: “La Ley permite que cuando se da una autorización por tiempo determinado puedes solicitar, cuando ya está por vencerse, una ampliación del plazo para las obras”.
Reveló que en 2013, la SCT tramitó licencias de construcción de por lo menos siete proyectos de este tipo, de los cuales sólo se han desarrollado dos.
El funcionario federal aclaró que para el paso a desnivel que actualmente se edifica en avenida Miguel de la Madrid y Luis Donaldo Colosio -a la altura del residencial Campestre- no fue necesario gestionar permisos ante Semarnat porque el gobierno estatal financió la obra sin recursos federales de por medio: “No hay una solicitud ante la federación, lo revisamos por todas las vías; en esta semana nos encontramos con el gobierno del estado, nos sentamos la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y Semarnat, y nos mostró los permisos correspondientes del estado. Tiene razón que como en esta obra no hay recurso federal ni afecta una zona federal, por lo que no requiere un permiso federal y la ley permite que el manifiesto ambiental sea solamente estatal”.
Si bien en una primera revisión todo parece en regla, la Profepa se comprometió a estudiar a fondo el proyecto, con el fin de descartar cualquier irregularidad de jurisdicción federal.
Gutiérrez Gutiérrez aclaró que ningún ordenamiento prohíbe el derribo de árboles, pero sí medir el impacto que va a tener. Si los efectos son irreversibles y causará un impacto ambiental fuerte, los permisos se rechazan; pero si el promotor demuestra que esto puede ser subsanado, entonces se autoriza.
Para llevar a cabo el desnivel de Guadalupe González y Segundo Anillo, se talaron 138 árboles; para la obra en avenida Universidad y boulevard Luis Donaldo Colosio, fueron 150. En total fueron removidos 288 ejemplares.
A decir del delegado de Semarnat, no había ningún impedimento puesto que la vegetación fue inducida a los camellones, que además no pertenecen a terrenos forestales: “Como tal, nosotros no tenemos ninguna facultad, a menos de que se involucrara un tema federal, tendríamos nosotros que revisar y ver si se cumplieron las condicionantes porque todo proyecto que tiene un impacto ambiental y en ese sentido, el derribo de árboles es también uno. Cuando la secretaría autoriza, lo hace con medidas de compensación y mitigación, y en ese sentido, si considera que sí habrá un impacto, buscamos estas medidas para subsanarlo”.
