- La eliminación de materias como el civismo en educación básica en nada abona a la formación del ciudadano
- Debe seguir la lucha por la libertad, la igualdad y la fraternidad: Netzahualcóyotl Aguilera Ruiz Esparza
Con bastante frecuencia se utiliza el término ciudadano, pero poco se conoce sobre el concepto en realidad, refirió el maestro Netzahualcóyotl Aguilera Ruiz Esparza en el coloquio titulado Qué es ser ciudadano, que dictó en la Casa Terán. Señaló que el capítulo de la Constitución dedicado específicamente a los ciudadanos, consta de cinco artículos, del 34 al 38, de los cuales el 34 define a la ciudadanía como “los varones y las mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos, hayan cumplido 18 años y tengan un modo honesto de vivir”; sin embargo, el conocimiento de la población a este respecto es casi nulo, sobre todo en cuanto a sus derechos y obligaciones específicos.
En nada abona a esto el hecho de que por disposición gubernamental se cancelaran materias fundamentales en la educación primaria como civismo, historia y geografía entre otras, incluso con la intención que se tuvo de sacar de la currícula de bachillerato la materia de filosofía, lo cual se impidió por la lucha de parte de maestros y estudiantes universitarios de la Ciudad de México. “Con esa medida oscurantista tal parece que los funcionarios públicos en el poder pretendieran que el pueblo desconozca sus derechos y obligaciones para que pierda su capacidad crítica y así poder manipularlo mejor para beneficio del sistema de explotación en que se debate el pueblo trabajador”, señaló.
De ahí que destaque la importancia de que el ciudadano sepa cuáles son sus derechos y obligaciones constitucionales; recalcó que la primera vez que se utiliza el término ciudadano es en la Grecia de la antigüedad clásica, surgido de la conveniencia de organizar un sistema de gobierno necesario para la convivencia de los campesinos que, de vivir en pequeñas aldeas, decidieron concentrarse en un solo lugar para aprovechar mejor sus recursos y también defenderse mejor de quienes los despojaban de sus cosechas y ganado. “El término ciudadano es eminentemente político, pues de la manera colectiva de actuar de cada ciudadano depende la prosperidad o el infortunio de la sociedad entera en que vive”.
Los conceptos políticos de la antigüedad no tenían el mismo significado de ahora pues sólo se acuña el término ciudadano solo a los hombres que ostentaban grandes posesiones territoriales, esclavos y demás privilegios; las mujeres, al igual que los esclavos, no tenían derecho a poseer bienes.
Aguilera Ruiz Esparza enfatizó que la costumbre de que la familia del terrateniente, igual que sus esclavos, era de su propiedad, de alguna forma prevalece hasta nuestros días, como en el caso del apellido que perdura en los hijos, que es el del padre y que la madre adopta sumisamente, agregándole la preposición “de” como una especie de pertenencia.
En la etapa del Feudalismo hacia el año 800, se otorgan títulos de nobleza a los terratenientes o hacendados, de acuerdo con la extensión de sus propiedades, entre los que estaban los duques, marqueses y condes, a los que España agrega el de señores, que formaban la corte del rey, en los que éste se apoyaba para controlar sus amplios dominios.
Posterior a la Revolución Francesa, la lucha por la igualdad trató de darse al desaparecer los títulos de nobleza e imponer sólo el de ciudadano, reviviendo el creado por la Grecia clásica, pero sin la obligación de poseer bienes, aunque seguía el requisito de que fueran solo los hombres; posteriormente se abolió la esclavitud, se incorporó a los analfabetas y finalmente a la mujer, que es cuando se pudo alcanzar el derecho al sufragio universal.
Netzahualcóyotl Aguilar recalcó que los títulos profesionales han provocado una nueva división social, pero hoy en día sólo se rigen por el poder adquisitivo, con el dinero tienen para sentirse superiores a cualquiera y con él compran a todo aquél que quiera servirles, invitándolos a formar parte de su clase social, por lo que insistió en se persista en la lucha por la verdadera libertad, igualdad y fraternidad entre los individuos.




