- El PRI-gobierno alienta una política fiscal recaudatoria a costa de los contribuyentes, de alto endeudamiento público y de baja inversión en infraestructura
- López Obrador ahuyenta las inversiones; Anaya, las incentiva: Fernando Herrera
A diferencia de López Obrador, quien ahuyenta inversionistas, Ricardo Anaya plantea incentivar la inversión pública y privada para detonar el crecimiento económico, única forma de generar empleos mejor remunerados, aclaró el senador aguascalentense Fernando Herrera Ávila.
Señaló que el reto asumido por el candidato presidencial de la coalición Por México al Frente, de aumentar la inversión a niveles del 25 por ciento del PIB para acabar con el déficit en la creación de fuentes de trabajo, contrasta con la visión retrógrada del abanderado de Morena.
El coordinador de los senadores panistas comentó que las propuestas de Anaya Cortés de crear una unidad especializada en asociaciones público-privadas, así como un ombudsman para defender la inversión, forman parte del replanteamiento de la actual política económica.
Afirmó que estas propuestas, junto con otras que integran el plan económico anunciado por el candidato del PAN-PRD y MC, crearán las soluciones para que nuestra economía pueda crecer a tasas mucho más altas y crear más empleos y mejor pagados.
Destacó que México requiere una política de crecimiento económico sostenido que permita erradicar la pobreza y fortalecer a las clases medias, con altos niveles de empleos dignos, y una recuperación del poder adquisitivo del salario, como no se ha visto en este sexenio.
Explicó que al cierre de 2017, de un millón 200 mil personas que buscaron empleo únicamente 742 mil lo lograron, lo que constituye un claro ejemplo del déficit en materia de generación de empleos.
Señaló que mientras el PRI-gobierno alienta una política fiscal recaudatoria a costa de los contribuyentes, de alto endeudamiento público y de baja inversión en infraestructura, Ricardo Anaya quiere un país en crecimiento, con inversiones y generación de empleos para reducir la desigualdad.
Herrera Ávila estimó que con el ritmo de crecimiento actual y los niveles mínimos históricos que muestra la inversión pública, no es posible crear las fuentes de empleo que se requieren, lo cual se ha reflejado en el deterioro del nivel de vida de la gente.
