- El 75 por ciento de pacientes con dolor de cabeza crónico tienen problemas de ansiedad o depresión
- Políticas para hacer frente a casos de autoprivación de la vida deben encaminarse a factores sociales
En el estado de Aguascalientes por lo menos una de las consecuencias de la depresión es el intento o consumación de la autoprivación de la vida; se debe poner atención a los cambios de conducta en las personas, cuando está más melancólico de lo habitual, pierde el sentido por las cosas, le cuesta cada vez más trabajo levantarse de la cama, tienden a arreglarse menos, empieza a tener olvidos de cosas importantes, puede ser un signo de alarma de alguna persona que podría intentar acabar con su vida.
Hay también otros signos que son también muy frecuentes y que la gente se acostumbra a ello, como es el dolor de cabeza, el 75 por ciento de quienes tienen esta sintomatología de manera crónica, tienen problemas de ansiedad o depresión; los pacientes tienden a tomar una gran cantidad de analgésicos para hacer frente al dolor, sin considerar que puede ser el manejo antidepresivo la cura para ello, indicó Salvador Bueno Valenzuela, neurólogo adjunto a la Secretaría de Salud.
“No tiene que ser normal el dolor de cabeza, yo he tenido pacientes con dolor de cabeza 20 años todos los días, eso no es normal, aunque sea leve, pero la gente le pone más atención cuando el dolor es ya muy intenso, cuando da náusea o incapacita”, recalcó que el mismo analgésico usado de forma discriminatoria produce dolor de cabeza que provoca un círculo vicioso.
La depresión se puede presentar en todos lo rangos de edad, así como hay muchos casos de niños deprimidos, lo hay de adultos mayores, es un estado que no respeta edad o posición social, “uno puede tener a la vista de todos, la vida completamente arreglada, perfecta, y como persona sentirse insatisfecho con su vida”, resaltó el galeno.
Enfatizó que Aguascalientes es uno de los estados donde más gente trabaja, por más horas y menos satisfacción siente por su trabajo, son situaciones que inciden en la depresión; resaltó que son factores sociales, cuestiones de familia que no competen a una sola instancia para atender el grave fenómeno que se vive de la autoprivación de la vida. “No es ni con consultas, ni atendiendo pacientes en hospitales, como esto se va a solucionar”.
Por ello insistió en que las políticas deben estar encaminadas a trabajar en factores sociales para que no lleguen las personas a atentar contra su vida; el mayor número de casos de depresión e intentos de autoprivación de la vida o consumados, se encuentra en el rango de edad de entre los 20 y 40 años.




