- Al menos 70 mil toneladas de quesos dejarán de entrar a México
- Productores deberán mostrar eficiencia para aprovechar esta oportunidad
Celebran los aranceles del 25 por ciento que impuso el gobierno mexicano a los Estados Unidos en las importaciones de quesos duros y semimaduros, ya que al año entraban 70 mil toneladas, lo que permitirá una gran oportunidad de reactivación a los industriales del país de dichos productos.
El tesorero de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas y presidente del Gremio de Productores Lecheros de la República Mexicana, Salvador Álvarez Morán, espera que lo anterior provoque una gran demanda de los quesos mexicanos, por ello deberán ser eficientes y exigir los apoyos gubernamentales que tienen los productores del campo en cualquier parte del mundo.
Señaló que, ante esta situación, los productores de los Estados Unidos presentaron una fuerte queja al gobierno de Donald Trump por ese arancel, pues a ellos ahora les está sobrando el producto, lo que deja como enseñanza que el juego de las negociaciones debe llegar a un término justo para ambas partes.
Destacó que el mercado natural de los productores de queso es Centroamérica, pues en general los mexicanos gustan más de los quesos frescos, tipo Chihuahua y Oaxaca, pues los muy maduros necesitan un proceso importante de maduración, por ello sólo el feta italiano compite con los productos mexicanos.
Álvarez Morán externó que existen otras amenazas importantes que surgen del Tratado Transpacífico, en donde se encuentra Nueva Zelanda, que es hasta ahora el exportador más grande de productos lácteos en el mundo, “Lo que queremos es que, si queremos un porcentaje alto de autosuficiencia alimentaria es necesario equilibrar el mercado con las normas, de tal forma que los apoyos a los productores del campo se armonicen con otras partes del mundo”, insistió el productor lechero.
Destacó que los aranceles impuestos a los Estados Unidos es una reacción a sus políticas económicas de imponer aranceles a productos mexicanos como el 25 por ciento al acero y del 10 por ciento al aluminio, los cuales perjudicaron de forma importante y directa a otro sector productivo destacado del país.
