- Sistema permite que interactúen de manera constante dos entes autónomos, una autoridad administrativa y un órgano jurisdiccional
- El modelo electoral mexicano es el de mayor avance legislativo e institucional
El magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), José Luis Vargas Valdez, aseguró que el sistema electoral mexicano sí funciona, además de que es positivo y adecuado, ya que permite que interactúen de manera constante dos entes autónomos, una autoridad administrativa y un órgano jurisdiccional, que con sus resoluciones dan una mayor certeza a los resultados de los procesos electorales.
Durante una reunión de Intercambio de Experiencias de Reforma Electoral con representantes de la Asamblea Legislativa de la República de El Salvador, destacó que lo más relevante de dicho sistema es el principio de definitividad, al que tienen que seguir todas las actuaciones del TEPJF, de tal suerte de que los conflictos tengan un principio y un fin, para poder concluir un proceso electoral conforme al calendario que marca la ley y la constitución.
“El sistema es adecuado, el que exista una instancia administrativa y una jurisdiccional. Si bien hay tensiones entre el Instituto Nacional Electoral (INE) y el TEPJF, estas son tensiones propias de un diseño constitucional que así está previsto, en el que un órgano ejecuta la ley y otro órgano revisa esa aplicación de la ley. Pero, lo que sí es positivo del sistema, es que una vez que nosotros como máxima instancia en la materia tomamos una resolución, ahí se tiene que acabar la controversia y ahí se tiene que ejecutar el mandato que nosotros emitimos”, subrayó el magistrado de la Sala Superior.
Vargas Valdez afirmó que la reforma electoral de 1996 que creó el TEPJF fue un paso sumamente importante, toda vez que implicó que la última decisión en torno a los procesos electorales y democráticos del país la tuvieran los jueces y, básicamente, esa decisión consiste en hacer respetar y hacer valer la voluntad de los ciudadanos. Ello fue una forma de dar certeza y vinculatoriedad legal a las decisiones electorales y, sobre todo, de esa manera poder garantizar la renovación pacífica de los poderes.
René Portillo Cuadras, presidente de la Comisión de Reformas Electorales y Constitucionales de la Asamblea Legislativa de la República de El Salvador, explicó que la visita que están realizando a nuestro país tiene como objetivo analizar el proceso de reformas electorales impulsado en México.
Destacó que el modelo mexicano es, a su juicio, “el modelo de mayor avance no sólo legislativo, sino institucional, y por eso estamos en esta visita, analizando una por una de las instituciones y su funcionamiento”, por lo que, además de reunirse con el TEPJF, también lo hicieron con el INE, la Fiscalía Especializada Para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) y con Senadores de los diferentes partidos políticos de México: “Tenemos un desafío en El Salvador, estamos iniciando un proceso de reformas electorales y a la vez constitucionales, que nos permitan actualizar lo que en su momento fue la institucionalidad naciente después de los acuerdos de paz que se firmaron entre la ex guerrilla y el gobierno salvadoreño. Hemos caminado 25 años con este sistema electoral que tiene muchas cosas que fueron buenas y que le han permitido al país avanzar en la democratización, pero que es el momento de dar el segundo paso, y este tiene que ver con la creación de una nueva institucionalidad”.
Con información del TEPJF
