- Con compras sólo lanzaremos nuestro dinero del otro lado del río
- Frenesí consumista sólo logra empobrecer aún más a nuestro país
El Buen Fin representa una copia ilógica que se ha hecho en México de una costumbre de los norteamericanos, misma que se realiza con la intención de deshacerse de los productos que se van quedando a lo largo del año, y para hacer los inventarios nuevos que se ofrecerán en las ventas navideñas. Esta práctica suena lógica, pero no lo es, ya que en nuestro país se utiliza este fin de semana para la compra irresponsable de artículos innecesarios, con los que buscamos aparentar lo que no somos, señaló José Luis Gutiérrez Lozano, presidente de la Fundación Ahora.

Una de las muestras de la inconsciencia con la que la población realiza sus compras, sobre todo en momentos como este fin de semana, es que sólo lo hace para tener por tener y es algo que se le ha metido a las personas en la cabeza, “tenemos una visión trastocada de que el tener te hace como persona y no el ser”, por lo que no debe de perderse de vista que en este fin de semana no se van a adquirir productos baratos, por el contrario, lo único que estamos comprando es un manejo mercadológico exagerado, compras lejanas a lo que realmente se requiere.
Otra de las cuestiones que es lamentable es que con estas compras, lo que menos apoyamos es la economía de nuestro país, ya que en su mayoría, los productos que se adquieren proceden del mercado estadounidense, lo cual significa que “con estas compras es como si aventáramos nuestro dinero del otro lado del río”, lo que no apoya a la economía mexicana, por el contrario, lo que puede esperarse en un futuro es una reducción en las oportunidades laborales para los nacionales.
Estas compras frenéticas sólo representan un empobrecimiento mayor de sectores diversos a nivel nacional, reiteró Gutiérrez Lozano, quien también es socio director en Economía Social de Mercado Ahora, pero lo que más lamenta es que se dé gracias al querer aparentar una cosa que no somos y copiando una tradición extranjera; en lugar de que los recursos se aprovecharan en la compra de productos de uso cotidiano o de consumo normal y que se produzcan en el país.




