- Carlos Manuel Urzúa Macías enfrentará el revisar el bolsillo en esta administración federal
- Reconocer la factibilidad o no de algunas promesas de campaña es válido
En el afán de cumplir las promesas de campaña es posible que se llegue a sacrificar la economía por parte del nuevo Gobierno Federal, aunque existe confianza en el trabajo del nuevo secretario de Hacienda, por el momento “habrá que apechugar” con los compromisos ya manifestados.
Será al titular de la Secretaría de Hacienda, Carlos Manuel Urzúa Macías, quien ante las expectativas que recientemente ha despertado el presidente Andrés Manuel López Obrador, enfrentará el revisar el bolsillo y ver el recurso existente para llevarlas a cabo.
El presidente del Colegio de Economistas de Aguascalientes, Jael Pérez Sánchez, aseveró que Carlos Urzúa tiene la suficiente capacidad técnica en materia del ejercicio del gasto público para llevar de nueva manera el siguiente año, pero también la enorme responsabilidad para convencer al presidente de que muchas de sus ideas progresistas serán imposibles llevarlas a la realidad, porque simplemente no alcanza el dinero para realizarlas.
Entre las promesas de campaña, los señalamientos de tipos político y lo que es posible y no es posible, será necesario el análisis concienzudo y responsable, y en estos términos reconocer qué es factible o no de realizar, lo cual, recalcó, es muy válido, “habrá que analizar muy bien las palabras: lo que se promete, lo que se dice y lo que se hace”, puntualizó.
“Me parece que Andrés Manuel tiene una lectura correcta de la realidad política y social de este país, pero no tiene la medicina adecuada para llevar a cabo esa cuarta transformación, al menos así lo está demostrando; entonces será una de las tareas del secretario de Hacienda el próximo año: garantizar la certidumbre para este país en el ejercicio del gasto y tomar las decisiones más adecuadas en esta materia, además de garantizar el respeto a las instituciones, pues trastocar la economía del Banco de México sería un grave error”, expuso Pérez Sánchez.
Externó que cuando se señala que lo peor de los últimos 30 años fue el neoliberalismo, es necesario recordar que parte de este es la apertura de las fronteras al comercio internacional y a los acuerdos comerciales como los de la frontera norte, de tal forma que la economía mexicana no soportaría no contar con estos acuerdos internacionales, más si se aterriza al ámbito local; pues se daría un retroceso de 40 años sin la industria automotriz.
“Estamos en un momento histórico coyuntural y ahora hay que estar muy atentos en lo que suceda día a día en la toma de decisiones, y que existan los contrapesos suficientes para que parar las decisiones que pudieran ser totalmente aberrantes, los cuales deberán llegar a través de la sociedad civil y los gobernadores de oposición, porque el contrapeso político en el Congreso de la Unión no es suficiente”, expuso el presidente del colegio de los profesionales de la Economía.




