- Altas velocidades en vías rápidas tienen consecuencias lamentables
- Necesario que automovilistas adquieran cultura de respeto y tolerancia
Resulta notorio que los conductores desconocen las reglas básicas de vialidad, especialmente en las de flujo rápido que son tomadas como pistas de carreras, con las consecuencias por todos conocidas, manifestó Iván Alejandro Hernández Zavala, presidente del Colegio de Urbanistas de Aguascalientes.
Expresó que si bien el desarrollo de la entidad y crecimiento de la mancha urbana, así como del número de automotores, ha provocado que se tengan que crear vialidades modernas que permitan dar fluidez, como pasos elevados y a desnivel, lo cual no implica que se puedan tomar las vías rápidas como autopistas; ahora el problema es el poco respeto a los límites de velocidad y que se realicen maniobras como rebasar en los trayectos por medio de estas infraestructuras.
“El darles el término de vías rápidas es porque permiten el pronto desahogo de automotores, no que tenga que transitar a más de 60 o 65 kilómetros que es lo permitido”, expresó el urbanista, al recordar que en los últimos días se han suscitado accidentes que han cobrado la vida de personas, los cuales deben ser un llamado para la correcta atención y acción de las reglas de tránsito más básicas.
Hernández Zavala expuso que los accidentes que se llegan a propiciar en la infraestructura moderna, como son los pasos a desnivel y ahora en el distribuidor vial norte, es porque los ciudadanos no se acostumbran a respetar las indicaciones que se marcan y debido a que circular rápido no se dan cuenta de los señalamientos.
La cultura vial es la única manera para que las vialidades, viejas y modernas, sean seguras y transitables, por ello lo ideal es que los automovilistas adquieran la cultura del respeto y la tolerancia, que atiendan los límites de velocidad que en avenidas de alto flujo no rebasan los 60 kilómetros por hora y en los desniveles o pasos elevados evitar rebasar, pues por eso se define en el asfalto la línea continua, a la que pocos ponen atención.
El presidente de los urbanistas explicó, ante la queja constante de por parte de los automovilistas de que “no hay sincronía de los semáforos”, que las vialidades están construidas y “semaforizadas” para un límite de máximo 60 kilómetros por hora, con tolerancia a 65, y si se excede de ésta velocidad no habrá sincronía que funcione ni accidente que se pueda prevenir; de tal forma que es necesario considerar esta situación para lograr un mejor flujo vehicular, especialmente en las horas de mayor tránsito.




