- No existe una evaluación seria y rigurosa para decir que el Programa de Estímulos a la Innovación (PEI) no ha funcionado
- El conocimiento basado en evidencia debe ser la guía para la toma de decisiones
“El tema del financiamiento es crucial, nunca nos hemos acercado a una inversión del 1% del PIB, siempre hemos estado alrededor del 0.5%”, apuntó José Luis Solleiro Rebolledo. Además preocupa que en el 2019 hay un recorte importante en el presupuesto a la ciencia y tecnología (CyT).
Además, si se compara la participación de la inversión pública federal (aproximadamente 72%) se observa que en México es mucho mayor que la participación privada. A diferencia de otros países como Corea, en donde el 75% del presupuesto para el desarrollo de conocimiento y tecnología proviene de las empresas, de acuerdo con Guillermo Funes. Se debe encontrar la forma en la que el sector público invierta y dé estímulos a las empresas nacionales para que se desarrollen los descubrimientos de las universidades y centros de investigación.
Los subsidios a empresas privadas pueden incentivarlas a participar en el desarrollo de ciencia, tecnología e innovación (CTI). Daniel Villavicencio mencionó que es importante reconocer que los actores de CTI tienen diferentes capacidades de producción, apropiación y utilización del conocimiento, por lo que se requiere de una gama de políticas e instrumentos financieros que mezclan lo público con lo privado.
John Ackerman comentó que se debe estimular la innovación con estímulos fiscales que sean más vigilados desde el Estado y que la industria demuestre que está generando valor e incorporando profesionales. Guillermo Aguirre coincidió en que se requieren estímulos fiscales ya que pueden tener mayores retornos de inversión (3 a 1) en comparación con los estímulos directos (1 a 1).
José Franco mencionó que los estímulos fiscales no pueden ser aprovechados por las pequeñas empresas ya que sus capacidades presupuestarias no son suficientes para desarrollar por sí solas los proyectos de innovación. El Programa de Estímulos a la Innovación (PEI), que es de estímulos directos, fue diseñado para incentivar la innovación en las micro, pequeñas y medianas empresas mexicanas.
Es necesario que expertos y grupos independientes evalúen los esquemas de financiamiento antes de decidir quitarlos o reformarlos, indicó Franco, quien coordinó la Mesa de discusión sobre “Financiamiento público y privado para el desarrollo científico, tecnológico y de innovación nacional”.
Para evaluar el PEI, se debe medir el número de empleos y productos generados, pero también el desarrollo de nuevos procesos y los cambios que genera en la organización de las empresas, señaló Rosario Castañón Ibarra.
Hubo muchas coincidencias sobre la idea de que en vez de eliminar al PEI se deben identificar los aspectos que no funcionan correctamente y modificarse; por ejemplo, deben establecerse sanciones a empresas y universidades a las que se les asigna presupuesto y no cumplen.
Otras recomendaciones mencionada para promover el desarrollo de México, fueron continuar invirtiendo en la formación de Recursos Humanos. Solleiro recomendó combinar varias iniciativas, como la inversión en infraestructura y el aprovechamiento del poder de compra del sector público para apoyar a las empresas locales, punto en el que coincidió José Franco, quien resaltó la importancia de las compras públicas para promover la innovación en el país.
El diputado Oscar Novella Macías apuntó que hay una oportunidad en el Congreso abierto para aportar insumos valiosos a los legisladores. La diputada Marivel Solís Barrera, presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología, cerró la sesión agradeciendo la colaboración del Foro Consultivo y reiteró su disposición para trabajar conjuntamente con todas las instancias, que será un trabajo continuo y abierto.
Con información del Foro Consultivo Científico y Tecnológico
