- La empresa fue la más notable en términos de sustancias peligrosas identificadas en las muestras de aguas residuales
- En un documento, la organización internacional señala a otra empresa en San Juan del Río, Querétaro
A través del documento titulado “Hilos tóxicos: al desnudo” la filial mexicana de la organización ecologista internacional Greenpeace, denunció el pasado 5 de diciembre que dos empresas mexicanas dedicadas a la fabricación textil, una con domicilio en San Juan del Río, Querétaro y otra en esta ciudad, contaminan ríos cercanos al verter sustancias contaminantes y de permanencia en el medio ambiente.
De acuerdo con el estudio, “la planta Lavamex fue la más notable en términos de sustancias peligrosas identificadas en las muestras de aguas residuales”.
Dentro de los descubrimientos clave que revela el informe de Greenpeace México se destacan las siguientes declaraciones: “Se identificó una amplia gama de sustancias químicas en las muestras de aguas residuales, muchas con impactos peligrosos conocidos. Algunos ejemplos son tóxicos para la vida acuática, en tanto que otros son persistentes y se mantendrán en el ambiente mucho tiempo después de que hayan sido liberados”.
El mismo texto señala que: “Además de descubrir sustancias peligrosas de las dos instalaciones de fabricación investigadas, este reporte también revela que, aunque todos los tipos de contaminación del agua en México son un problema, se desconoce el alcance total de la contaminación por sustancias peligrosas. La normativa es limitada y hay muy poco cumplimiento al respecto”.
La investigación señala que “la planta Lavamex es conocida públicamente por la contaminación del agua. En particular, la ONG Conciencias Ecologistas Aguascalientes, ha cuestionado si sus descargas, las cuales se describen como de color azul, pueden poner en peligro el área natural protegida El Sabinal”, y cita para tal efecto un artículo publicado por este diario el 29 de noviembre del año 2011, autoría del compañero Carlos Alonso López.
De acuerdo con el documento, Lavamex cuenta con un permiso válido de descarga de aguas otorgado por Conagua desde el año 2000, y la zona en la que vierte tal líquido “es un área seca y el agua descargada es la única fuente de una red de corrientes que fluyen por más de 20 acres de campos circundantes. El agua de estas corrientes se usa para fines de agricultura. En temporadas de lluvia, cuando los caudales son naturalmente altos, el agua residual diluida de la planta de Lavamex puede alcanzar el río San Pedro. Los estudios demuestran que la calidad del agua en el río San Pedro es inaceptable, a pesar de la presencia de plantas de tratamiento de aguas residuales”.
Los principales activos químicos que se encontraron son nonifenoles etoxiliados, conocidos como NPEs, utilizados como detergentes en el lavado de textiles, cuyas repercusiones pueden derivar en trastornos hormonales, así como otros bencenos triclorados que pueden ser moderadamente tóxicos para la vida acuática.





