- Iniciarán obras para paso a desnivel en la avenida Mariano Hidalgo y Segundo Anillo
- El 2 de enero del 2020 será obligatorio decir no a los plásticos y el unicel
La Secretaría de Obras Públicas de Gobierno del Estado ya presentó solicitud formal ante la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (Semadesu) para que le sea autorizado el derribo o reubicación de 225 árboles que permitirá llevar a cabo las obras del paso a desnivel en la avenida Mariano Hidalgo, ubicada en la delegación Morelos, como parte de la consolidación del proyecto de flujo continuo vehicular en el Segundo Anillo de Circunvalación.
El titular de la dependencia, Omar Plesent Sánchez, detalló que en su mayoría se trata de eucaliptos, fresnos y pirul brasileño, mismos que se encuentran en condiciones de poca sanidad vegetal, además que son especies alelopáticas que evitan el establecimiento de otras especies vegetales nativas; de entre estos árboles, se reubicarán 90 y 134 serán derribados.
El pago que deberá hacer el gobierno estatal es de 220 mil pesos para obras de compensación de la flora que será removida del sitio, además de la donación de 895 árboles al vivero municipal, las cuales se realizan actualmente con especies nativas como mezquites y huizaches, al ser un aspecto que ahora se cuida mucho.
Plesent Sánchez externó que aún se encuentran en el proceso de análisis a fin de emitir un dictamen para saber si será otorgada o no la autorización, podrá ser la próxima semana cuando se presente la respuesta.
Se acerca fecha para decir no a plásticos y unicel
El funcionario público pidió a los comerciantes prevenirse con respecto a la prohibición de plásticos y contenedores de un solo uso, ya que restan exactamente tres meses para que se comience a sancionar a quienes utilicen este tipo de materiales en Aguascalientes capital, ya que este ordenamiento comenzará a tener vigencia el 1 de enero del 2020.
Recordó que las sanciones pueden ir de los ocho mil a los 80 mil pesos, aunque la idea es que la no utilización de estos materiales se convierta en una cultura, pues no se trata de un proyecto con fines de recaudación.
Será con base en la problemática el número de apercibimientos que se haga a los comerciantes; por lo pronto, se realizan supervisiones a fin de orientar a los dueños de los establecimientos acerca de qué materiales son o no biodegradables, ya que se ha detectado que algunas bolsas no lo son, aunque tengan el sello que así lo señala.
Aseveró que ya existen productos alternativos a los plásticos y el unicel, inclusive los proveedores ya se acercaron a los comerciantes a fin de ofrecerlos.




