La Universidad Autónoma de Aguascalientes a través del Centro Cultural Universitario guardaron las sorpresas más gratas para festejar el Día de Muertos; cancelaron dos timbres postales conmemorativos al Museo Nacional de la Muerte, además de inaugurar una de las joyas más preciadas del edificio 19 de junio, la cisterna que se convirtió en un espacio de exposición donde fue colocada una de las piezas más valiosas del museo, una calavera de cristal de roca.
En cuanto a la cancelación de los timbres postales, el rector Rafael Urzúa Macías comentó que este proyecto inició desde el primer encuentro que tuvieron con el personal de Correos de México cuando se canceló el timbre conmemorativo de la Universidad, “ellos comentaron que ya lo habían intentado otras veces pero siempre se encontraban con la exigencia mezquina de el derecho de autor, de propiedad de la obra”.
Lo que la UAA le ofreció a Correos de México fue hacer el timbre sin
hacer cobro alguno de derechos de autor y sólo les pedían darle crédito
al fotógrafo, Jorge García Navarro y al museo, eso fue un compromiso
cumplido a cabalidad y para el rector fue algo inédito que en la
Universidad se hayan cancelado tres timbres postales en el transcurso
de un año.
Para la Universidad es publicidad el hecho de que su imagen aparezca
publicada en este caso como parte de las estampillas del servicio
postal, es una forma más de darse a conocer no sólo como institución
educativa sino también proveedora de cultura, que para la institución
es una forma de cumplir con la misión encargada por la sociedad desde
que la UAA nació.
Las piezas seleccionadas para los timbres fueron juguetes de Oaxaca
y Michoacán, cada estampilla mide 40 X40 milímetros, tienen un texto de
Octavio Bajonero Gil, costarán 6.50 pesos y habrá un tiraje de 75 mil
piezas.
Cabe señalar que el rector de la Universidad, Urzúa Macías cuando
era niño por un tiempo se acercó a la filatelia, sin otra pretensión
que conocer países, banderas, personajes, artistas, lugares lejanos de
los que podía imaginar muchas cosas.
En cuanto a la cisterna del siglo XVIII que fue descubierta dentro
del edificio 19 de junio, el rector señaló en su discurso inicial, que
fue el culmen de un trabajo que inició con el rescate de estos
espacios ahora destinados para el Museo y el Centro Cultural donde se
destinaron espacios para impartir talleres artísticos. La adecuación de
la cisterna fue coordinada por el arquitecto interiorista Agostino
Bossi, de la Universidad agostina Federico II de Nápoles que está
trabajando ya otros proyectos con la Universidad.
La descubrieron de manera fortuita, un día que al estar trabajando
en la restauración del edificio 19 de junio, una de las carretillas se
hundió, los albañiles hicieron un gran escándalo porque dijeron ahí
donde se cayó, ahí está el dinero, “poco faltó para que se tiraran de
cabeza a escarbar, llegó la seguridad de la Universidad, los
arquitectos, servicios y se pidió también el aval del INAH”.
El lugar no tiene leyenda alguna de que fuera punto de reunión de
monjas y monjes, que esté enterrado un tesoro ahí o que fuera uno de
los escondites del mítico Juan Chávez, sólo era una cisterna a la que
ahora se le dará un uso acorde con lo que es el Museo de la Muerte, en
este lugar estará en exposición la pieza más significativa que es la
calavera de cristal de roca.
El espacio está tan en buenas condiciones que se pudo conservar
prácticamente como estaba originalmente, sólo se rescató y se le dará
un uso para que las personas puedan visitar y conocer el espacio, como
una culminación del recorrido por el Museo Nacional de la Muerte.
