- Gabriela Espinosa Castorena reconoce que sus decisiones han “pisado callos”
- No existe denuncia ante el Ministerio Público en su contra, indica la magistrada presidente del Poder Judicial de Aguascalientes
La magistrada presidente del Poder Judicial de Aguascalientes, Gabriela Espinosa Castorena, dijo desconocer si los ataques recientes en su contra tienen un trasfondo político y consideró que se debe a que a lo largo de los dos años frente al cargo ha tomado medidas que a algunas personas no les ha gustado al “pisar algunos callos”.
Tras reconocer que presentó ante el Congreso del Estado una solicitud para continuar al frente del Poder Judicial por otro periodo, puede no ser del agrado de algunos, al haber tomado decisiones drásticas en pro de una mejor impartición de justicia, lo cual trae ahora consecuencias: “Yo no puedo asegurar si es o no una cuestión política, pero eso está sucediendo…es muy común que cuando vienen estos procesos se divulguen ciertas cosas, quiero verlo como algo normal dentro de un proceso de selección de magistrados y de la solicitud que se presentó al Congreso para mi ratificación”.
Respecto a la “denuncia” ante los medios de comunicación presentó el diputado local de Morena, Heder Pedro Guzmán, al señalar que la magistrada incurrió en el delito de privación ilegal de la libertad en contra de un abogado, quien “le solicitó una audiencia y lo retuvieron ahí un par de horas”, explicó que refiere a un abogado que se presentó a las instalaciones del Poder Judicial a una audiencia y pretendió dejar su bicicleta en el estacionamiento, el cual no es público; al hacer los guardias la observación comenzó a decir una serie de improperios, además de que se puso violento, le hablaron al policía procesal que nuevamente le pidieron que se llevara su llevara su bicicleta; acto seguido se puso a manotear y golpear los cristales de la caseta, lo que provocó que lo esposaran y llamaran a policía preventiva.
El abogado pidió hablar con la magistrada al asegurar que tenía una audiencia, por lo que la presidenta ordenó dejarlo ir a hacer su trabajo y lo recibiría después si así lo quería; se presentó a la audiencia y al termino siguió insultando a los guardias de seguridad y se presentó a la oficina de Espinosa Castorena, quien le dijo que lamentaba lo sucedido, pero que se deben respetar los lineamientos, ya que existen reglamentos internos como en cualquier institución y deben de cumplirse.
De esta manera negó enfáticamente que el abogado haya sido víctima de un secuestro, pues se presentó a su audiencia sin problemas y pudo haberse retirado después, pero decidió ir a la oficina de la presidenta.
Dijo saber que existe una denuncia en su contra a pesar de que no estuvo presente cuando sucedió el hecho, aunque luego se enteró que la presentó contra “quien resulte responsable”, no en contra de Gabriela Espinosa Castorena. El Ministerio Público, como es su función, investigó los hechos y mandó citar a los policías de seguridad privada y algunas otras personas que intervinieron, luego tomó la determinación de que no hay delito que perseguir.
La magistrada pidió respeto a su trabajo ya sus 32 años de trayectoria, al considerar muy fuerte que se le señala de secuestradora sin ningún fundamento, en especial el respeto entre los tres Poderes en donde cada uno debe hacer la labor que le corresponde, al ser muy respetuosa de lo que determine el Legislativo y de los tiempos.
“Aquí estoy dando la cara pues no tengo nada que ocultar… me considero una persona honorable con la que me he conducido no en estos dos años de la presidencia, sino durante los 32 años que tengo el servicio público. No debemos olvidar que son 27 los diputados que van a resolver, ellos analizarán mi trayectoria, los documentos que envié. Creo que a mí lo que me avala es precisamente mi trabajo, mi trayectoria y honorabilidad; perdón, no quiero ser soberbia”, manifestó al final de la charla la representante estatal del Poder Judicial.
