Hacer periodismo cultural en este país es toda una hazaña. En ocasiones se cae en la síntesis de boletines, en una nota superficial, y se deja a un lado la investigación; y si hablamos del periodismo teatral, todavía es más difícil: no se le toma en serio y por lo regular siempre se va por el lado del espectáculo, el chisme y no a la esencia de este arte tan complejo. Valoro mucho al equipo de Paso de Gato, bajo la dirección del dramaturgo y director Jaime Chabaud, quienes realizan una revista teatral y un programa de televisión a nivel nacional, a pesar de la crisis económica que se suscita con regularidad en México. Ellos han hecho la labor de impulsar la difusión e investigación teatral y por su lucha y entrega han sido acreedores a varios premios de periodismo, entre ellos: el Premio Nacional de Periodismo 2005, el Premio Antonieta Rivas Mercado AMCT 2006, el Premio Internacional Latino “Theatre Festival of Los Angeles 2007” y el Premio de Agrupación de Críticos y Periodistas de Teatro ACPT 2008.
Aquí en Aguascalientes, desde hace seis años y de manera continua, se ha ido generando un trabajo periodístico teatral encabezado por un equipo de profesionistas de la comunicación, con experiencia actoral y cultural. Como primera instancia se inició un programa en Radio Universidad, todos los martes en horario nocturno; a partir de ello se inició la difusión del teatro local en una página y boletín quincenal. Todo esto lo señalo porque es el antecedente del por qué le fue otorgado al Grupo Informativo A Escena A.C, el premio a periodistas “Emmanuel Haro Villa”, para los medios que apoyan al Teatro por parte de la Agrupación de Periodistas Teatrales (APT). Este premio ha sido concedido a varias celebridades que han difundido el teatro en diversos medios, como Mara Patricia Castañeda, Hilda Sarahi, Laura Padrón, Héctor Carrillo, Otto Sirgo, El Gallo Calderón, Chucho Gallegos, Maxine Woodside, Paty Chapoy, Irene Moreno, Gaby López, Juan José Origel, Alfredo Gudini, entre otros.
En palabras de Benjamín Bernal, presidente de la APT, “el periodismo de espectáculos, cultura y sociales, forman parte de una estrategia global, en ocasiones, sin una consciencia plena: los dramaturgos por medio de la palabra, los escenógrafos a través de su arquitectura, vestuaristas, diseñadores y publicistas, en sus respectivos campos, o los periodistas en cualquiera de sus denominaciones: reporteros, cronistas, críticos, todos crean realidades culturales, recrean o anticipan la forma de relacionarse entre las personas, sociedades, regiones y países, contribuyen al bienestar e identidad”.
Todos los que hacemos periodismo cultural, y en mi caso teatral, provocamos, inquietamos y en algunos casos somos rechazados por los creativos (dramaturgos, actores, directores) por nuestras críticas u opiniones de sus trabajos, ya sea en medios impresos, emisión radial o televisiva.
Han surgido muchas dudas y preguntas a lo largo de la vida del periodismo teatral: ¿Se puede o debe ser juez y parte? Ser crítico y creador. ¿Hay varios subgéneros del periodismo teatral? ¿Cuál prefiere el lector? ¿Leemos a los críticos sofisticados? ¿Qué es más importante, apoyar o criticar? ¿Cómo vemos la cartelera de hoy? ¿Les interesa un programa de radio dedicado al teatro? ¿Somos importantes los medios de comunicación para el artista?
Sin duda, la experiencia individual, las influencias, nuestro estado de ánimo, y el gusto por esta actividad artística, es, en conjunto, lo que nos motiva a ser creadores de nuevos mensajes, y está el riesgo de escribir y opinar acerca de una obra que nadie ha visto y que nuestro trabajo pueda ser juzgado o alabado. Y como dijo la primera actriz Norma Lazareno, en la vigésimo sexta premiación de la APT, “aquel diploma, aquella estatuilla, aquel pergamino te recuerda que elegiste la carrera adecuada”. Sin duda, para A Escena el premio que le otorgo la APT es una motivación para seguir adelante, un compromiso de darle a la sociedad un trabajo digno y profesional y sobre todo un agradecimiento a todos aquellos que han seguido nuestras huellas.
