- Desde hace casi tres meses, colegios de médicos habían propuesto una serie de recomendaciones para frenar los contagios y las muertes por la pandemia; no se tomaron en cuenta
- El posicionamiento se hizo en aquel entonces por el incremento en casos de Covid-19; hoy Aguascalientes tiene la ocupación más alta del país
Este lunes 16 de noviembre el gobernador Martín Orozco Sandoval, acompañado de alcaldes, autoridades de salud, cúpulas empresariales, la diócesis y medios de comunicación, pregonó las nuevas medidas de restricción temporales que proponen diversos cierres y menor movilidad para reducir la ya crítica pandemia del Covid-19; algunas de esas medidas habían sido ya recomendadas por médicos especialistas a finales de agosto, cuando los contagios comenzaron a dispararse, y no fueron escuchadas a cabalidad.
El 28 de agosto del 2020, con una pandemia que ya había recorrido casi cinco meses, el Colegio de Médicos y Cirujanos, el Colegio de Medicina Interna y la Sociedad de Infectología de Aguascalientes firmaron y divulgaron un manifiesto que contenía recomendaciones de medidas de prevención para detener el evidente avance de contagios, hospitalizaciones y muertes por Covid-19.
Conscientes de que esta emergencia sanitaria no tenía precedente señalaron que “ningún sistema de salud podía estar suficientemente preparado para lo que no se conoce, sin embargo, los sistema de salud no han tenido la capacidad de soportar el embate de este enemigo microscópico y esto se ha reflejado en la pérdida de vidas a nivel nacional y global”.
En el manifiesto se hizo un llamado urgente a la población en general y a los gobiernos estatal y municipal para reforzar las medidas de prevención como el uso de cubreboca y la distancia social.
En ese entonces se acababa de decretar el poco eficiente cierre de bares, antros y cantinas, moción que apoyó el gremio médico, pero a la que agregaron todavía más medidas que deberían de haberse puesto en marcha, pero se omitieron hasta hace unos días.
Ante la demanda que al cierre de agosto se estaba teniendo en servicios hospitalarios por coronavirus, el gremio médico de especialistas consideraron importante “señalar otras medidas”. Desde el 28 de agosto propusieron: evitar reuniones y festejos familiares, reuniones en salones de eventos, gimnasios, reuniones multidinarias, culturales, musicales, gastronómicas, y toda aquella reunión que pusiera en riesgo un contagio horizontal de la enfermedad vírica.
Todas esas reuniones son las que casi tres meses después los gobiernos prohibieron.
Asimismo, “de persistir la velocidad de transmisión”, solicitaban a los diferentes órdenes de gobierno “consideren la regulación de la manera estricta de la actividad para las plazas comerciales, centros de abasto, reuniones de culto y restaurantes con la finalidad de reducir la conectividad social”. Consideración que fue tomada en cuenta hasta hace unos días, cuando ya se superaban las mil muertes por Covid-19.
Hoy, en pleno Buen Fin, los centros comerciales, así como miles de negocios, tuvieron que bajar sus cortinas por el descontrol que hay dentro de los hospitales, con la alta ocupación, así como por el descontrol que hay fuera de ellos, porque no se respetaban los aforos reducidos, la distancia social.
Gimnasios, plazas, parques y establecimientos que tuvieran atención al cliente y que no fueran catalogados como esenciales, ya fueron cerrados hasta el 30 de noviembre para no tener un fin de año catastrófico, no obstante, los médicos pedían acción desde hace meses.
“Entendiendo que la calidad del servicio en cualquier sistema de salud disminuye si el volumen de casos que ameritan atención aumenta, nos obliga a manifestar el presente comunicado en conocimiento que la capacidad de los servicios de salud en el estado para la atención de los pacientes en general están saturándose y llegando a su límite. Por lo anterior hemos señalado las principales medidas que como sociedad, si las aplicamos y respetamos podremos evitar un mayor número de pérdidas humanas”, concluye el manifiesto de salud.
