- Era el rey de las encuestas y hasta de Facebook, pero perdió la candidatura al gobierno de Michoacán frente a Raúl Morón, el discreto gallo de Leonel Godoy. Ahora Cristóbal Arias busca encabezar la alianza opositora.
El poderoso exgobernador de Michoacán, Leonel Godoy, se salió con la suya. Luego de cabildear con Mario Delgado y hasta en el entorno del presidente Andrés Manuel López Obrador, logró colocar a su alfil, Raúl Morón Orozco, como candidato de Morena a la gubernatura del estado.
¿Cuáles serán las consecuencias?
En los pasillos de Morena aún sorprende que Godoy haya desplazado de la contienda al que se perfilaba como favorito en las encuestas, el veterano Cristóbal Arias, amigo y compañero de lucha de AMLO. El tres veces senador ha sido además candidato a la gubernatura de Michoacán en dos ocasiones.
Arias aventajaba por al menos cinco puntos porcentuales al ahora candidato, Raúl Morón Orozco, quien asumió la presidencia municipal de Morelia en 2018. Sin embargo, eso no le alcanzó para quedarse con la candidatura del estado gobernado por el perredista Silvano Aureoles.
Las influencias de Godoy vencieron a Arias, quien en los últimos días se ha reunido con dirigentes de PRI y PAN: ya analizan la posibilidad de lanzarlo como candidato de la alianza que integran con el PRD.
También ha estado haciendo esfuerzos por jalar a inconformes del PT y PVEM, e incluso ha sostenido encuentros con líderes de los partidos pequeños, Redes Sociales Progresistas, vinculado a familiares de Elba Esther Gordillo, y Fuerza Social por México, de Pedro Haces.
El 4 de enero Arias colocó un enigmático mensaje en su cuenta de Twitter: “En un día intenso he sostenido diversas pláticas con varios líderes políticos y sociales. Estos son días de diálogo, apertura pero sobre todo, de profunda reflexión. Estamos evaluando caminos, nada está escrito. ¡Iremos con la gente y la Cuarta Transformación, que no quede duda!”.
La rebelión de Arias, quien busca encabezar la alianza opositora en Michoacán, podría significar la primera gran ruptura dentro del morenismo, al enfrentar al candidato impuesto por Mario Delgado y Leonel Godoy. ¿Se avecina un tour de force entre el ala inconforme de la 4T y su polo oficial?
Las señales de Godoy
De nada sirvieron las manifestaciones en la sede estatal y en la casa de Chihuahua 216, en la Ciudad de México, para exigirle a Mario Delgado que no se dejara seducir por Godoy. A Arias –aún con la encuesta que lo favorecía– lo bajaron de último momento de la contienda.
En los pasillos de Morena cuentan que Godoy Rangel llevaba cabildeando más de un año la candidatura de Morón, pero que redobló los esfuerzos cuando las encuestas comenzaron a poner por delante a Cristóbal Arias.
Raúl Morón, profesor normalista, exsenador –sin ninguna iniciativa propia– y presidente municipal de Morelia, tiene historia con Godoy: son grandes cuates. Tan amigos que precisamente en 2017 dieron la espalda al Partido de la Revolución Democrática (PRD) para sumarse a Morena, de cara a las elecciones presidenciales de 2018.
La historia cuenta que Godoy Rangel –el exgobernador que endeudó a Michoacán con más de 16 mil millones de pesos, que dejó obras inservibles y que infló nóminas– se apareció como invitado de honor en la presentación del Plan de Desarrollo Municipal de Morelia en marzo de 2019, una señal discreta pero efectiva para decirle a sus seguidores: este es nuestro gallo para 2021.
El hijo de Godoy
Godoy Rangel tiene sus propios intereses en esa candidatura y es impulsar la carrera política de su hijo, con apoyo del hombre al que ve como gobernador. Se trata de Antonio Godoy González Vélez, quien es el actual Secretario de Movilidad de Morelia.
Trabaja directamente bajo las órdenes de Morón y es guiado por su padre a ir por la presidencia municipal o, de menos, quedarse con un buen cargo dentro del gabinete de su gallo para la gubernatura.
Entre todo eso, Godoy movió los hilos con los amigos cercanos que comparte con Mario Delgado, convenciéndolo (a base de susurros discretos) de que Arias no es querido dentro de las filas morenistas y que, aunque las encuestas dicten una victoria, esto no es más que un espejismo, que Morón era victoria efectiva.
Aunque todas las pruebas dictaban lo contrario, Delgado escuchó, señaló y dejó a Arias fuera de la jugada.
En Michoacán, un estado en el que había una treintena de aspirantes a la gubernatura, Godoy dio jaque a las aspiraciones de Arias.
Cristóbal Arias gastó 333 mil en Facebook
Uno de los argumentos que terminó por quitarle la candidatura a Cristóbal Arias fue la idea de que tenía una “ambición desmedida” por convertirse en gobernador, lo que dejaba mal parado al partido.
Tan sólo en su página de Facebook, el senador Cristóbal Arias Solís invirtió 333 mil pesos en publicitar su imagen. En uno de los mensajes presumía haber entablado un diálogo con Mario Delgado para compartirle su aspiración de ser el candidato para “el gobierno de nuestro querido estado”. Sólo por este post pagó 60 mil pesos.
Bajo una no tan discreta precampaña fuera de los tiempos electorales oficiales –que se enmarcó con el hashtag #RescatemosMichoacán–, Arias se logró posicionar como el favorito de las bases morenistas, aún con la división que hay en la sede estatal del partido.
Mientras tanto, Morón no tuvo ni que invertir tanto en su imagen pública. En su cuenta de Facebook gastó unos discretos 22 mil pesos, de agosto a la fecha. Apenas el 6 de diciembre activó su campaña #MorónEsLaRespuesta, insinuando su candidatura: pagó 6 mil pesos por este mensaje.
El último post que Cristóbal Arias publicitó desde su página oficial como senador estuvo activo entre el 21 y el 28 de diciembre, antes de que Morena diera el fallo sobre la candidatura. El mensaje decía: “Vamos con Morena y la 4T. En estos momentos, la unidad es lo más importante para que #RescatemosMichoacán”.
Pero la fidelidad le duró poco. Ahora Arias coquetea con otros partidos acusando fraude en Morena, mientras Godoy maniobra para fortalecer la campaña de su alfil, Raúl Morón.
@emeequis
