La crisis financiera actual ha puesto en riesgo el buen funcionamiento de los municipios del estado, llegando incluso a realizar algunas arriesgadas estrategias destinadas a reducir el gasto. Hoy cuatro de los once municipios han tenido que interrumpir la prestación de los servicios como limpia, seguridad pública y agua potable. Hemos escuchado de voz de los propios alcaldes su preocupación por cumplir con las obligaciones proyectadas para el año corriente ante la crisis económica por el recorte de las participaciones federales de este año.
Pero la situación actual no debe verse desde un solo enfoque. El enorme gasto corriente en cada uno de los municipios y una mala planeación financiera son parte fundamental de la problemática. Mientras el esquema de los municipios consista en destinar más de la tercera parte de su presupuesto en servicios personales y gasto corriente, difícilmente podremos hablar de un municipio fuerte, solvente y capaz de hacer frente a las necesidades de la sociedad.
Hoy los municipios de Aguascalientes necesitan una reorganización en la asignación de los recursos públicos, apostar por los sectores productivos y de capital humano. Es prioritario concebir la administración de los ayuntamientos de manera integral, cristalizando un modelo económico-social que brinde bienestar a la población y rompa con el esquema de una carga burocrática obesa.
Ahora bien, conocida la precaria situación en la que se encuentran los municipios del interior del estado, así como el municipio capital, el gobierno estatal debe brindar el apoyo y el financiamiento de programas municipales que ayuden a paliar la realidad e incentiven el crecimiento de las economías locales, por pequeñas que estas sean.
El titular del ejecutivo, en su momento presidente municipal de Aguascalientes, mencionó que apoyaría sin miramientos ni distinción de colores a los ayuntamientos del estado, pues el conocía sus problemas y limitaciones, entendía sus necesidades y en viva voz mencionó: soy municipalista.
Para mala fortuna de los municipios, a cinco años de su mandato, el gobernador del estado ha incumplido con sus compromisos para con los municipios, haciendo de su política empresarial el eje rector de su gobierno, olvidando las necesidades básicas de la población, como lo son el empleo, la salud y la seguridad, para volverse un manager del espectáculo, invirtiendo millones de pesos en una deslucida Feria de San Marcos, un abandonado óvalo Nascar o un Proyecto Estratégico Sur que no tiene ni pies ni cabeza. Los municipios del estado no tienen suficientes recursos para satisfacer las demandas básicas de la población, sus gestiones ante la Secretaría de Finanzas para que se entreguen los recursos del orden federal no son atendidas. La realidad es que mientras el gobierno del estado abiertamente menciona que no hay dinero para apoyar a los ayuntamientos, su gasto corriente maneja cifras millonarias que rayan en lo obsceno




