- Líder sindical indicó que la restricción de horario no es respetada por las tiendas de conveniencia como Oxxos
- El gobierno prefiere ayudar a grandes empresas que a negocios locales, sostienen desde Abarroteros Unidos
Las restricciones de horario decretadas la semana pasada por el gobernador Martín Orozco Sandoval, que fueron consecuencia de la preocupante crisis de salud que se estaba viviendo por el covid-19 en los hospitales, terminaron afectando al sector abarrotero, señaló Gilberto López, presidente de la asociación civil Abarroteros Unidos.
Gilberto López explicó que desde que llegó la pandemia se ha evidenciado la falta de consideración de todos los gobiernos por hacer crecer los negocios pequeños locales y, en vez de promover una mejor economía interna, prefieren abrirle la puerta a grandes empresas que terminan por reducir el mercado para ellos.
“Sí ha afectado mucho porque siempre a los locales nos perjudican en ese sentido. Vamos a plantear un ejemplo. Al extranjero le das todo para que llegue y sirva de la primera mesa y al local lo amarras en todos los sentidos; en poder crecer, en poder seguir trabajando”, declaró.
El líder abarrotero también dijo que no sólo no se les está considerando para un mejor crecimiento, sino que las tiendas de conveniencia de grandes cadenas comerciales no están respetando el decreto de restricción de horario.
“Hago este énfasis, las tiendas de conveniencia nada más respetan dos tres días y vuelven a abrir normales. No todos los Oxxos cerraron, y nosotros los locales sí. Entonces, si quieres poner a girar el dinero en lo local, es muy importante que a nosotros nos arropen muy bien, y este punto no ha sido… Como que no les interesamos”, manifestó.
Gilberto López explicó que las administraciones federales, estatales y municipales no los han tomado en cuenta para la toma de decisiones, y eso, aunado a la crisis de salud que todos viven, termina afectando sus ingresos. Incluso aseguró que antes de que se decretaran las nuevas medidas de prevención, nadie se acercó a advertirles de las mismas, contrario a lo que sí sucedió con las cúpulas empresariales como Coparmex o la CCEA, organizaciones que están más cerca de la administración estatal. En noviembre, cuando fue el cierre de establecimientos tampoco se les notificó con tiempo para que tomarán sus precauciones.
“Si ellos, a la hora de una sesión de cabildo, o algo, se jalaran a todos los líderes, tanto de abarrotes, de tianguis, de los locatarios del centro y nos tomarán en cuenta en alguna decisión, otra cosa sería”, concluyó.
