Lentamente, pero de forma sostenida, la pandemia de COVID-19 muestra signos de retroceso en México y Aguascalientes. Los hospitales ya no presentan los alarmantes niveles de ocupación de algunas semanas atrás y los indicadores provenientes de las autoridades sanitarias expresan una disminución en el riesgo epidémico.
Este estado se encuentra en color amarillo de acuerdo al Semáforo de Riesgo Epidémico, que en otras palabras es nivel medio. Si observamos la tendencia de contagios, hospitalizaciones y fallecimientos diarios, se puede apreciar que en este territorio la emergencia sanitaria va disminuyendo, lo cual es una buena noticia.
Además han llegado miles de vacunas contra COVID-19 a esta entidad, que han servido para proteger a las personas adultas mayores, así como a las y los trabajadores del sector salud y educativo. Actualmente ha comenzado la inmunización de la población de 50 a 59 años, por lo que cada vez más personas son vacunadas contra esta enfermedad.
No obstante, cabe señalar que las personas inoculadas pueden contagiarse y transmitir el virus, por lo que es necesario no dejar de lado las medidas de prevención sanitaria. De hecho, para continuar con la inercia descendente de la pandemia, es sumamente importante continuar con cuidados preventivos.
Lavándonos las manos frecuentemente, distanciándonos socialmente, vigilando nuestra salud en caso de síntomas, utilizando cubrebocas y llevando a cabo otras acciones similares es como podemos llegar al color verde del semáforo. Esto implicaría mayor apertura económica, así como un posible regreso a clases escolares presenciales.
Cabe reiterar que el semáforo verde depende de las acciones que tomemos las próximas semanas. Si nos cuidamos, este será muy factible y pronto vendrá. Por otra parte, si dejamos de lado las medidas de seguridad sanitaria, la pandemia empeorará y nuevamente mucha gente tendrá daños a su salud, junto con mayores restricciones a la movilidad.




