APRO/Manuel Michelone
El 23 de mayo nació Anatoly Karpov, el décimo segundo Campeón del Mundo en ajedrez y que, curiosamente para su edad, sigue bastante activo. Por ejemplo, dará ahora una serie de simultáneas en la Copa Infantil Karpov, un evento patrocinado por la FIDE.
Además, se ha presentado una trilogía de libros sobre su vida y carrera, los cuales pronto seguramente llegarán a través de sitios como Amazon para adquirirlos.
La vida ajedrecística de Anatoly Karpov es notable. Ocupó el máximo trono del ajedrez mundial cuando Bobby Fischer se negó, en 1975, a defenderlo. Sobre el particular ha habido un sinfín de teorías, en donde quizás una muy plausible es que Bobby Fischer esperaba defender su título ante un jugador de su época, pero el ganador de candidatos fue Karpov, el representante de una nueva Unión Soviética en donde el joven retador parecía tener todo a su favor, empezando por la juventud.
Entonces Bobby Fischer puso condiciones absurdas, las cuales no podían satisfacerse y entonces el norteamericano decidió no jugar, perdiendo el título por ausencia.
Pero hay que decir que Karpov no se sentía tranquilo convirtiéndose en Campeón del Mundo de esta manera. Entonces se abocó a demostrar que era el mejor jugador del planeta, ganando todos los torneos importantes que se pueden ganar en el ajedrez. Vamos, Anatoly Karpov ganó unos 180 torneos de alto nivel en su vida y de hecho, quizás tenga aún el récord de llegar a un desempeño de 3000 puntos Elo cuando en Linares ganó este fortísimo evento con dos empates y 11 triunfos. Al término de ese torneo Karpov diría: “ahora puedo decir con toda certeza que soy el mejor jugador del mundo”.
El estilo de Karpov es hermético, difícil de entender. Spassky confesó una vez al propio Karpov lo siguiente: “No puedo jugar contra ti porque no entiendo tu juego. No entiendo tu forma de pensar”. Pero desde luego, la historia siempre parece ser benévola para jugadores de gran talento. Pero no necesariamente fue así para Karpov. El gran patriarca soviético, Mijaíl Botvinnik declaró una vez, cuando conoció a Karpov de chico: “El chico no tiene ni idea de jugar al ajedrez y no hay ningún futuro para él en esta profesión”.
Karpov tiene, además, el récord de haber sostenido cinco encuentros por el título mundial con su archienemigo Kasparov. El primer encuentro no se terminó. Se jugaba a seis victorias, sin contar empates. Karpov llegó a estar 5-0, pero la tozudez de Kasparov le permitió seguir y así, fue cansando con un racimo de empates, a su talentoso rival. Finalmente, el ogro de Bakú le empezaría a ganar al fortísimo Karpov que probablemente ya no estaba entendiendo de dónde sacaba Kasparov fuerzas. El match se suspendió cuando iban 5 a 3 puntos y el primero que se opuso a la suspensión fue Kasparov. Sin embargo, se planteó un nuevo encuentro a 24 partidas, el cual ganaría Kasparov y le quitaría definitivamente la corona a Karpov.
Pero más allá de todas estas historias, Karpov ha dejado un enorme legado de partidas al ajedrez internacional. Tiene producciones posicionales que ilustran muy bien su entendimiento del juego ciencia y si usted quiere jugar mejor, no le haría nada mal trabajar en las partidas de este enorme excampeón mundial.
