- Costó a Conacyt 6 millones de pesos y está “guardado” en el D.F.
- Fue presentado al gobierno en 2008 y a la fecha no existe dentro del servicio
En Aguascalientes existe sólo una unidad de transporte diseñada para personas con discapacidad y es para uso exclusivo del DIF estatal, aún cuando, según los cálculos de la asociación civil de deportes sobre silla de ruedas e integrantes del Consejo Estatal de Personas con Discapacidad, en la entidad hay tres mil adultos mayores y discapacitados usuarios del servicio de transporte público.
Y es precisamente una empresa de Aguascalientes la que, en 2007 y 2008, desarrolló en conjunto con el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) el “Aerocar”, un autobús adaptado cuyo piso está a 25 centímetros del piso, que cuenta con espacio para 30 personas sentadas y otras 30 de pie, además de espacios y arneses para fijar sillas de ruedas y que, gracias a su sistema de amortiguamiento, puede bajar incluso más, permitiendo el ascenso y descenso de los usuarios y luego subir hasta 40 centímetros para circular como cualquier otro vehículo.
En entrevista con La Jornada Aguascalientes, el director de la empresa de carrocerías encargada del proyecto, Alejandro Serna Valdivia, comentó que al prototipo pensado para su uso en alguno de los servicios del aeropuerto de la ciudad de México se le adaptó una rampa manual para el ascenso y descenso del equipaje; sin embargo, añadió, para su uso por estas personas, puede fácilmente añadírsele una rampa automática.
Serna Valdivia relató que el inicio del proyecto fue una licitación hecha por el Conacyt, pero ya como tal, nació de la necesidad de desarrollar tecnología para la discapacidad y fue por ello que entró al proyecto Ciateq, el órgano del Conacyt encargado del desarrollo de proyectos y que fue el que extendió la invitación a la empresa.
“El proyecto nace por la necesidad de crear tecnología en México y fabricar esos autobuses con tecnología del país, para que pudieran ser más económicos y de más fácil mantenimiento” pues, hasta entonces, las partes y refacciones de las unidades se fabricaban y estaban en existencia sólo en Europa, explicó.
A raíz de la experiencia, el empresario considera que lo que hace falta para que el transporte público urbano sea incluyente de los adultos mayores y las personas con discapacidad es “voluntad política”, pues pese a que el Aerocar ha sido promovido en Zacatecas, Guanajuato y la Ciudad de México, no ha habido el eco esperado.
En el caso de Aguascalientes, señaló, se presentó ante el gobernador en 2008, al igual que ante su esposa, la presidenta del DIF estatal y ambos se dijeron interesados, pero desde entonces a la fecha no hay una unidad de este tipo circulando en la entidad. Lo mismo ha sucedido con asociaciones civiles de personas discapacitadas.
Para el empresario, otra parte del problema es que como el gobierno es quien tiene el control de las tarifas, los concesionarios no quieren invertir demasiado; no obstante, a pesar de que el Aerocar tiene un costo 60 por ciento más elevado que una unidad de las que actualmente circulan, es muchísimo más barato que los vehículos de su tipo que operan en Nueva York, Paris o Madrid.
Mientras aquellas unidades tienen un costo de 450 mil euros, más lo que se deba invertir en refacciones y reparaciones, el prototipo hecho en Aguascalientes cuesta 150 mil dólares.
“Ahí el problema es que el estado permita y exija que se pongan autobuses de este tipo para que puedan darle servicio a las personas con o sin discapacidad.
Además, explicó, “el transporte que se tiene actualmente en todo el país es un camión de carga adaptado a pasaje”, con chasis y muelles que hacen imprescindibles los escalones para acceder a él, de modo que este tipo de unidades, pensadas para personas, resultan mucho más cómodas y pueden ser utilizadas por toda clase de usuarios.
Otra de sus ventajas, mencionó, es que al tratarse de tecnología mexicana, los costos de mantenimiento se reducirían en grandes cantidades, pues a pesar de utilizar partes fabricadas en el extranjero, todas se tendrían en existencia en el país.
Esta problemática ha vencido hasta ahora, pues a pesar de haber significado una inversión de 6 millones de pesos por parte del gobierno federal a través del Conacyt, el Aerocar sólo funciona actualmente en algunos aeropuertos de la República, pero su uso como transporte urbano o suburbano se ha limitado a circular para ser exhibido a quienes no han mostrado interés en él y durante un congreso de personas con discapacidad en Zacatecas, donde sirvió como medio de transporte para la delegación local.
Actualmente, el Aerocar está “guardado” en la ciudad de México y se cumplen siete meses desde que se presentó en Congreso la iniciativa de Ley de Movilidad Sustentable y Transporte Público, mientras que el viernes se cumplieron dos semanas sin que el ejecutivo presentara su iniciativa en la materia, pese a haber sido anunciada por el secretario general de gobierno el día en que el legislativo inicio el presente periodo ordinario




