- Viable modernización en 2010, pero dependerá de Conagua
- Elige “cómo se ha rescatado lo que se tenía y que estaba contaminado”
Como lo diera a conocer el resultado del estudio realizado a petición de la comisión especial del decreto 273 en el Congreso local y publicado el pasado 7 de diciembre por La Jornada Aguascalientes, la Planta Tratadora de Aguas Residuales de la ciudad de Aguascalientes, desvía parte de la carga que recibe sin tratar al cauce del río San Pedro y la presa del Niágara, admitió el titular del Instituto del Agua, Javier Campos Hermosillo.
Luego de hablar de una inversión de 500 millones de pesos en infraestructura hidráulica y referir que la administración estatal está poniendo especial atención en la construcción de plantas tratadoras para evitar que se contamine el manto acuífero de la entidad y poder reusar el agua, Campos Hermosillo admitió, ante cuestionamiento expreso sobre el desvío de una parte de la carga, que “yo me imagino que sí, en época de lluvia sobre todo, cuando tiene una cantidad mayor y tiene mucha dilución de agua, sí llega a verter”.
Se le preguntó de qué manera afecta esto al consumo del agua y su respuesta fue que “yo lo vería más bien al revés: cómo se ha rescatado lo que se tenía, que estaba muy contaminado y que poco a poco se ha ido diluyendo la concentración” de contaminantes.
Según el estudio entregado al Legislativo local, que califica como urgente la modernización de esa infraestructura, la planta no sólo desvía el exceso de carga sin tratar, sino que ha simplificado su cálculo de contaminantes estableciendo únicamente tres parámetros de medición y recibe una carga con 33 por ciento más contaminante del que tiene la capacidad de tratar.
Campos Hermosillo detalló que, si bien existe esta solicitud del ejecutivo, la modernización de la planta que opera Fypasa no forma parte de los proyectos que serían costeados con los 500 millones de pesos; reconoció que esa planta requiere “reingeniería”, sustituyendo “mucho del equipo” que ya está obsoleto, “para hacerla más rentable y más eficiente”; sin embargo, indicó que no se ha recurrido a fondos concursables de la federación porque “depende mucho de por dónde vaya a caminar el proyecto”.
Tras rechazar el Congreso la solicitud de autorización de la firma de convenio, que incluía un endeudamiento por 75 millones de pesos, en julio de este año, el Inagua tuvo la opción de participar en el “Fondo Concursable para el Tratamiento de Aguas Residuales”, mediante el cual el gobierno federal aportaría el 70 por ciento de lo requerido en caso de construcción o ampliación, o el 60 en caso de rehabilitación.
El titular del instituto señaló ahora que será la Comisión Nacional del Agua (Conagua) la encargada de calificar el proyecto y determinar el tiempo y la forma de su ejecución; evaluó que otro mecanismo sería a través de Banobras, de dónde se obtendría el 50 por ciento y el otro cincuenta debería ponerlo Fypasa de sus recursos o algún empréstito; declaró que sí es viable que se renueve la planta el año entrante, “nada más tenemos que revisar los escenarios de cómo se darían, en cuánto tiempo y cuál sería el programa en que se va a aplicar”.
De acuerdo con el estudio de técnico, jurídico y operativo, el costo total de lo que requiere la planta es de 300 millones 767 mil pesos, que se solventarían como indicó Campos Hermosillo, pero de cualquier manera el gobierno debería pedir autorización para abrir una línea de crédito para la contraprestación al entregársele la obra.
