Con los recortes presupuestales a nivel federal, en días pasados se anunciaba del riesgo que corren las universidades estatales ante el recorte de los fondos extraordinarios, que son los que generalmente utilizan para el crecimiento en infraestructura y otros proyectos de fortalecimiento de la institución fuera de sus funciones normales.
Ante este hecho dijo Rafael Urzúa Macías, rector de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), que en este país no se puede planear, es un ejercicio muy arriesgado y aventurado creer en la posibilidad de que los planes que las universidades estructuran para los años siguientes tienen la certeza de realizarse porque al final de cuentas los políticos se desdicen de un año a otro. Los compromisos hacia las instituciones educativas no son la excepción aunque mucho se dice de protegerla aún en estos momentos de crisis.
Eliminar estos fondos extraordinarios es tanto como limitar el
notorio crecimiento de las instituciones de educación superior, un
cambio total de su imagen porque es dinero que le ha permitido a la UAA
construir nuevos edificios, abrir y equipar laboratorios, ampliar las
aulas, adquirir instrumental, porque de otra forma con el presupuesto
de la universidad no es posible y eso finalmente es un retroceso para
la educación superior.
Esto a su vez es un golpe certero a la “tan cacareada” calidad de la
educación superior en el país, esto retrasará el crecimiento de las
universidades para que puedan igualarse con las condiciones en otros
países, los alumnos tendrán una educación menos holgada en cuanto a
recursos, pero ésta es finalmente la historia de siempre de este país
que no acaba nunca de construirse.
A cuenta del fondo de aportaciones múltiples, la UAA recibía
comúnmente 30 millones de pesos para el año que viene, además de los
que les otorgan a través del programa PIFI cuya planeación es para tres
años, sin embargo con esta situación nada de esto está ahora seguro por
los recortes indiscriminados que ahora se están presentando.
“Yo no sé que sea más importante si los viajes y los eventos de
algunos funcionarios o la educación pública que es una cuestión de
beneficio social”.
Antes que una crisis económica lo que se vive ahora es una situación
de falta de moral y congruencia porque finalmente en las universidades
estatales como la UAA, se mantiene en la línea de fuego brindándole el
servicio a los estudiantes y esperando que no se caigan las
universidades a la expectativa de lo que hagan los políticos.
Por su parte Ernestina León Rodríguez, secretaria general de la UAA
dijo que los recortes anunciados por la federación, así como está
previsto, afectarían a esta institución con alrededor de 16 millones de
pesos lo que implicará racionalizar el gasto pues no se tiene previsto
cerrar programas de estudios, ni despedir personal, solamente sería
gastar menos y en lo más indispensable.
Tampoco se tiene previsto el aumento de colegiaturas por encima del
salario mínimo como se ha hecho en los últimos años, la secretaria
general señaló que esa es una decisión que le corresponde al Consejo
Universitario, en el cual están representados los estudiantes y con
toda seguridad esto no será una propuesta viable. “No es el momento de
hacer que los padres de familia sufran para pagar las cuotas”,
finalizó.
