Inició la Séptima Semana de Letras en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), con la presentación de La cena del bicentenario de Héctor Zagal, que a través de la crítica como ya lo ha hecho en otras ocasiones busca evidenciar la corrupción de este cuerpo que está a punto de cumplir 200 años y que incluso al interior de la endeble estructura de organización de los festejos, se está viendo que hay deudas históricas pendientes aún por resolver que el autor plasma a través de la ironía.
Hay visos que desde un inicio le dan al lector la pauta del juego de ficción por el que va a encaminarlo el autor al especificar en la portada que es una novela histórica, cuando el texto es en realidad completa ficción que retoma hechos históricos para retratar y sobre todo hacer una crítica del sistema actual en el que vive el país de cara al festejo de 200 años de independencia. La cuarta de forros también se suma al juego de ironías con comentarios hechos al libro por héroes de la patria.
El autor comenzó diciendo, “hemos visto como el gobierno ha pasado momentos difíciles en el proceso de organización de los festejos del bicentenario…” para luego dar paso a un análisis un tanto minucioso de algunos detalles que ayudaron a los presentes a darse una idea del contenido de La cena del bicentenario. Para empezar Zagal tenía el firme propósito de hacer una novela que interpelara, sin quitarle mérito al trabajo de los historiadores, quería romper con la sacralidad de la historia y tocar de cerca a los personajes simbólicos para llamar la atención sobre la realidad.
Recordó que la llegada del bicentenario implica una fiesta y como tal debe haber humor, en este caso para provocar una risa que juega un papel fundamental en la investigación de los hechos históricos, de alguna forma el autor se remite a esa actitud socrática de aquel filósofo que iba por Atenas para hacer una crítica intelectual a partir de la ironía, con esa interés de ser un personaje que busca incomodar para propiciar una acción o un cambio, al menos de perspectiva.
En La cena del bicentenario se plantean tres consecuencias poco agradables que deben achacársele a alguien y son, quién paga, a quién le toca recoger el tiradero y la resaca; para Zagal los tres procesos adecuados a lo que actualmente vive el país ya los están viviendo los ciudadanos, el festejo lo pagan los ciudadanos, ya desde ahora son ellos quienes recogen el tiradero y por supuesto también son quienes se llevan el dolor de cabeza y la indigestión.
Además que en el libro son Carlota y Maximiliano los anfitriones de la fiesta, dos extranjeros, tal y como ahora sucede donde propiedades de las más importantes del país se encuentran en manos de extranjeros y en un país de mexicanos, no son ellos quienes dictan los rumbos de la sociedad sino los que invitaron a la cena.
Como parte de las deudas históricas que Zagal refleja en este libro, se hace notar la del papel de la mujer dentro de la historia donde a estas alturas todavía hay grandes ausencias en el espacio público pues todavía ellas son vistas como objetos frívolos, superficiales y aptos para el aumento en las ventas de ciertos productos o como en el caso dijo el escritor de las legisladoras ornamentales que dejaron hace poco sus espacios en el Congreso de la Unión para cederlo a sus compañeros varones de partido, dejando de lado la importancia de la representación femenina en estas esferas.
Héctor Zagal pareciera demasiado amargo para ser un académico y profesor que instruye a las nuevas generaciones sin embargo, para él es de mal gusto ser optimista, aunque no por ello dentro de su crítica deja de reconocer que existe un viso de esperanza, pero que debe construirse a partir de una visión lo más real posible de lo que sucede.
De cara al festejo mencionó Zagal hay muchas cosas qué analizar o al menos reflexionar como por ejemplo el hecho de que en México, una décima parte de su población vive fuera del país obligados a trabajar por la situación económica de sus familias y una buena parte de las nuevas generaciones están vislumbrando la posibilidad de irse.
Como parte de las actividades de esta Séptima Semana de Letras durante este periodo habrá una serie de actividades más, presentaciones editoriales y conferencias.
