- Se evalúan los insumos, la planeación y procesos
- Además son herramienta para gestionar recursos
La acreditación de los programas educativos de las instituciones de educación superior, entre otras funciones ligadas al financiamiento extraordinario, pueden ser un instrumento para que padres e hijos decidan sobre qué universidad se ofrece una opción de mejor calidad, así lo señaló Bonifacio Barba Casillas, profesor investigador del departamento de Educación de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA).
Explicó que a partir del gobierno de Carlos Salinas de Gortari, las evaluaciones y acreditaciones educativas cobraron importancia, sobre todo para las universidades públicas autónomas, en razón de obtener mayor financiamiento para el desempeño de sus funciones. Para lo que fueron creados los Comités Interinstitucionales de Evaluación de la Educación Superior (CIEES), conformados por grupos de especialistas en aéreas específicas del conocimiento para diseñar procedimientos de evaluación.
“Los comités se forman con académicos de diferentes universidades con un coordinador, la evaluación consiste en dos grandes partes; un conjunto de información de la universidad, y de la dependencia –facultades o centros académicos-, la ley orgánica, reglamentos relativos a profesores, reglamentos de alumnos, luego reglamentación específica del centro y de la carrera, de ésta importan los planes de estudio”.
La segunda parte es un trabajo de campo, donde se preparan entrevistas con alumnos, profesores, empleadores, para ver qué opinaban sobre los elementos que integran la estructura de cada carrera, “que da como resultado un documento evaluativo, una especie de reporte por cada carrera basándose en la documentación y la dependencia podría hacer una réplica a la evaluación”.
Barba Casillas apuntó que en el sexenio de Vicente Fox, además de continuar el trabajo de los CIEES, se incorporó el Programa Integral de Fortalecimiento Institucional PIFI, Programa Integral de Fortalecimiento al Posgrado (PIFOP), que evalúan el trabajo de planeación que hacen las universidades para mejorar su desempeño.
“Están ligadas a la planeación en términos de mejoramiento de toda la actividad universitaria, licenciatura, posgrado, investigación, y al mejoramiento de todo el personal de las instituciones, a la universidad tenía que mejorar a través de la planeación y evaluación”.
En los PIFI y PIFOP, las instituciones públicas en la búsqueda de financiamiento extraordinario, tienen que integrar las recomendaciones de los CIEES haciendo compromisos de mejora de los señalamientos hechos por los comités.
“A qué se compromete la universidad y cómo le voy a hacer para lograr la mejora calidad que no tengo y cómo le voy a hacer para sostenerla, por ejemplo habilitando la mejora en la formación académica del personal, si resulta que un centro académico tenía el 80 por ciento de su profesorado sólo con licenciatura, normalmente los CIEES recomendaban mejorara la habilitación del personal que significa que hagan posgrado”.
El también miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), del Conacyt e invitado a participar en las evaluaciones del PIFI-PIFOP, sobre los Comités para la Acreditación de la Educación Superior AC (COPAES), detalló que tienen paralelismo con los CIEES, ya que, es la único organismo en México con la capacidad de reconocer a los órganos evaluadores de programas de educación superior.
Cuando una universidad va logrando ciertos niveles de acreditación de sus carreras ante esta serie de órganos, la Secretaría de Educación Pública (SEP) y la Anuies, otorgan reconocimientos a las universidades, institutos, escuelas normales y tecnológicas, empezando a partir del 50 por ciento de carreras acreditadas hasta llegar al 100 por ciento.
“¿Qué se puede decir cuando estas universidades reciben estos reconocimientos?, que la institución tienen las bases para poder hacer una educación de calidad, pero estos no evalúan la operación, eso queda a cargo de la misma institución educativa… los comités evaluadores externos miden los insumos y los procesos que sientan las bases de una buena educación”.
Citó el caso de la UAA, que realiza auditorías académicas para medir el desempeño de las carreras, a través de una supervisión de la operación día a día de las licenciaturas para que estén orientadas a la calidad, evaluando a jefes de departamento, asistencia de profesores, entre otros.
Otro aspecto que no evalúan los organismos acreditadores son los productos –el desempeño de los alumnos, la institución con mayor experiencia en ello es la SENEVAL con sus diferentes versiones del Examen General de Egreso de Licenciatura (EGEL), la evaluación dicen cómo están los egresados de licenciatura, “una universidad que se interese puede ver los resultados de los EXANI y de los EGEL, y los va a comparan con los resultados de otras universidades”, sentenció el académico.
