- El 53 % de los niños no aportan dinero a su casa, es para sus gastos
- Beto quiere estudiar la universidad porque no quiere vivir las injusticias
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en América Latina hay 5.6 millones de niños que tienen entre 5 y 15 años de edad. En México, en total hay 3.6 millones de niñas, niños y adolescentes que trabajan, un millón de esos están entre las edades antes mencionadas, uno de cada cinco niños que trabajan en América Latina con mexicanos.
A esa cantidad total a nivel nacional, Aguascalientes aporta alrededor del 4 por ciento de niños trabajadores, Adalberto Camacho García hoy tiene 20 años, pero en su momento fue parte de esta estadística de niños que desde temprana edad se insertan dentro del ámbito laboral. Los datos a nivel local son parte del módulo de trabajo infantil, de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2007.
Estaba en quinto de primaria, tenía como entre 11 y 12 años cuando su hermano mayor trabajaba en un puesto de esos que se ponen a un costado del Templo de Guadalupe a vender ollitas, vasos, platos y todo tipo de loza; Adalberto no trabajaba sólo iba a “ayudar”, acomodaba juguetes y estaba pendiente de cualquier mandado, por eso le daban en un día 20 pesos como no era empleado no iba todos los días.
De alguna forma fue siguiéndole los pasos al hermano mayor, luego del puesto siguió una birriería donde Beto tampoco era empleado, ahí hacía de todo, lavaba platos, mesereaba, ellos se encargaban de dejar el espacio limpio para el día siguiente, un poco de todo. Él tenía dice un contrato de palabra, le daban 60 ó 70 pesos diarios, aquí tampoco era constante.
Las razones para que los niños trabajen, en primer lugar se encuentra, porque el hogar necesita de su trabajo, enseguida esta porque los niños quieren hacerse cargo de sus propios gastos, ya sea de la escuela o de cualquier otra necesidad.
“Era porque yo quería, como mi mamá no… bueno y como es uno de niño así de ay, yo quiero cosas, entonces pues yo fui trabajando para lograr lo que yo quería, a lo mejor cosas tontas, pero pues así como un celular, cosas que mi mamá no me podía comprar”, con esto Adalberto mostró que pertenecía al grupo de niños que tenían alguna necesidad o antojo que su madre no podía cumplirle porque el sueldo no alcanzaba para esos pequeños “lujos”.
A nivel nacional el 64 por ciento de los niños que trabajan no aportan dinero a su casa, en este mismo rubro el porcentaje a nivel estatal es de 53 por ciento; Adalberto tampoco aportaba a su casa, pero no era una cuestión de egoísmo o desinterés por lo que sucedía en su hogar era más bien que su contribución, era hacerse cargo de sí mismo.
“La verdad en la casa casi no dábamos, ayudábamos pero en la forma de tu cómprate tu lonche o cómprate tus calcetines, tus tenis, era nuestra forma de ayudar en la casa”.
A nivel nacional hay un millón 700 mil niños que no reciben salario al ejercer su trabajo, aquí se cuentan los que no reciben y los que reciben pero en especie; hay 890 mil que reciben un salario mínimo y 670 mil que reciben de uno a dos salarios. El 44 por ciento de los niños trabajadores en Aguascalientes reciben más de un salario mínimo, 51 por ciento reciben menos de un salario mínimo o no reciben sueldo porque les dan algo en especie. Con esos salarios es casi imposible ser ahorrativos, pero muchos tratan de serlo aunque sea con poco. “O ahorras o estudias, trato de guardar 50 ó 100 pesos para cualquier cosa”.
En Aguascalientes había hasta el 2007, 324 mil 793 niños entre 5 y 17 años de edad; el 60 por ciento de ellos no tienen instrucción o se quedaron con la primaria incompleta, el 25 por ciento tiene primaria completa y secundaria incompleta, 15 por ciento tienen la secundaria completa o más. Beto es del 15 por ciento que tiene más allá de la secundaria.
Aunque hubo una temporada cuando entró en la preparatoria que le llegó un lapso de desinterés por los estudios, entre su madre y su novia lo convencieron de volver, ahora está de nuevo estudiando la preparatoria y no quiere quedarse sólo ahí, su sueño es llegar a la universidad, estudiar enfermería o terapia física para poder ayudar a la gente o irse a trabajar a Estados Unidos.
Del dinero que todavía gana con su trabajo, que tenía hasta hace unas semanas, lo invertía completamente en pagar la escuela, son 880 pesos de la inscripción, 500 de la mensualidad, 600 pesos al semestre en libros y de vez en cuando tiene que comprarse una camisa o algo de ropa.
Quizá sin quererlo el mayor ejemplo que Beto tuvo para ser un niño trabajador fue su propia madre que por ser madre soltera siempre trabajó para sostenerlos, caso siempre tuvo empleos de limpieza, “cuando yo estaba chiquito trabajaba en un dispensario haciendo limpieza, era una baba lo que le pagaban, pero por sacarnos adelante como es madre soltera, a chambearle, lo que fuera por sacarnos adelante”.
A nivel nacional poco más de un millón de jefes de familia de hogares donde viven niños trabajadores tienen apenas la primaria trunca o terminada, en la mayor parte de los casos el jefe de familia también trabaja. En Aguascalientes, el 83 por ciento de los jefes de familia con hijos trabajadores están ocupados.
Para Beto trabajar desde muy pequeño fue una oportunidad de hacer algo que la enseñado muchas cosas, entre otras a ser una mejor persona, además de que sí queda también tiempo para divertirse. Son muchas las cosas aprendidas a lo largo de estos años que ha dedicado a trabajar y también estudiar




