Conmemorar el Cententario y Bicentenario sería reflexionar para cambiar el futuro próximo, ayer En Voz Alta, los invitados expusieron sus ideas y debatieron sobre cómo se entiende el festejo en estos tiempos de México y Aguascalientes
Independientemente de los avances y los retrocesos, la Independencia y la Revolución son dos hechos históricos dignos de recordar a través de una conmemoración. De alguna forma, una manera de festejarlo sería traer aquellos hechos del pasado para analizarlos y en estos tiempos de desencanto qué es justamente lo que hace falta para encausar el rumbo y renovar la democracia caduca ya en su modelo actual, comentaron Andrés Reyes Rodríguez y Enrique Rodríguez Varela, académicos de la Universidad Autónoma de Aguascalientes en su participación en el programa En Voz Alta, el análisis.
Uno de los temas más complejos fue resolver el cuestionamiento de si existe o no algo qué festejar. Para Rodríguez Varela existen muchas cosas qué festejar tanto en el movimiento de Independencia donde se gestó la construcción de una nación revalorada a partir de los hechos de la revolución que trajo consigo además un avance en el camino de la democracia. Para él no se pueden evaluar las conmemoraciones tomando en consideración la realidad actual donde predomina el desencanto por la situación política, social y cultural. Hace falta hacer una recapitulación para entender lo que pasa y trazar un futuro promisorio.
El sistema político, las instituciones y el funcionamiento de los avances en la democracia requieren de una actualización, hubo un momento donde se entrampó la transición que incluso la alternancia en el poder no logró desentrañar, el país requiere de una adaptación actual, no basta con una democracia representativa.
“El sentimiento de identidad mexicana nos viene del movimiento de Independencia, al sentirnos diferentes al resto del mundo, por ser autónomos, es por eso que los días 15 y 16 de septiembre aflora el nacionalismo, de este hecho es de donde surgen los héroes”.
De la Revolución Mexicana emanó la situación política del régimen vigente que se agotó realmente muy rápido, impregnado de un presidencialismo autoritario que continuó aún con el cambio de partido en el poder. Las minorías políticas y los empresarios siguen siendo quienes tienen el “control” y son quienes bloquean las demandas ciudadanas como la revocación de mandato, las candidaturas ciudadanas.
Para Rodríguez Varela un verdadero análisis de la democracia en México debe hacerse con la experiencia, los instrumentos propios, no con elementos de otros países y de otras experiencias.
En el caso concreto de Aguascalientes, ahora que están próximas las elecciones ha sido un verdadero “cochinero” la selección de los candidatos en cada uno de los partidos, es una cosa que deja mucho que desear, ninguno de los procesos fue realmente democrático, no se puede hablar de una calidad de este proceso, existe más bien un arropamiento.
Por otro lado, para Reyes Rodríguez hay cosas qué festejar y qué lamentar. Entre los lamentos está la falta de una democracia plena que no ha terminado de consolidarse porque aunque hubo movimientos de rebelión fueron “aislados” no hay un pasado acumulativo, sólo hay ensayos de democracia. Se pudieron haber aprovechado las luchas obreras, las campesinas y democráticas.
En torno a la discusión de lo que significa la democracia, Reyes Rodríguez barajó argumentos como un sistema para elegir autoridades y tomando más en consideración la perspectiva de los ciudadanos tendría que incluirse el argumento de un gobierno efectivo, estas son consideraciones básicas para estructurar un argumento sobre la democracia. Sin embargo, aún cuando se hubieran logrado por un momento, estos cambios no se dan de una vez y para siempre.
Pareciera que en México se vive una democracia joven o quizá una democracia aparente porque los partidos fingen una elección limpia y los gobiernos fingen que cumplen con sus obligaciones para con la sociedad.
Como parte de las conclusiones, los académicos comentaron que hace falta una actualización, propuestas de proyectos hacia la sociedad que tracen un camino hacia la democracia directa, hacen falta más procesos de movilización porque de pronto pareciera que los partidos de derecha le han quitado a la enseñanza de la historia un porcentaje amplio lo cual produce un desconocimiento del pasado.
“Hace falta que la sociedad esté más metida en el gobierno y el gobierno en la sociedad, hay ingobernabilidad, falta que la sociedad que se involucre con el gobierno, pero es que ni siquiera la sociedad está organizada”.
En el concepto de Rodríguez Varela, en Aguascalientes hay una sociedad apática, hasta cierto punto satisfecha, sus problemas se han ido resolviendo en cierta medida y eso les permite cierto bienestar y mucha apatía, es necesaria una sociedad más participativa menos conservadora. Hace falta deliberar, discutir, generar más medios impresos.




