Con la empresa del ingeniero Roberto García Calderón viajan decenas de familias feriantes. Y con cada familia, un ramillete de niños. Hasta hace dos años, la empresa que moviliza a los feriantes tenía un convenio con el Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe) y la Secretaría de Educación Pública (SEP) para que estos niños contaran con dos maestros permanentes viajando con la caravana. El “programa educativo móvil” dejó de funcionar y ahora el camión que albergaba la escuela itinerante es una oficina polvorienta con refacciones y repuestos para los juegos.
“Por el momento, se interrumpió” el programa educativo itinerante “por razones obvias de trabajo”, relató el encargado de la actual oficina, Ricardo Ramírez. Sin embargo, citó que “está tratándose otra vez para volver a arrancar” el proyecto con el Conafe.
La escuela se previó como una “prestación de la empresa para los trabajadores”. La empresa de feriantes convino con el Conafe este servicio “sin ningún costo para los trabajadores”. “Había dos maestros que nos acompañaban en el peregrinar de las ferias. No era de cada estado, sino que ellos andaban de planta con nosotros”, relató el encargado.
En total, viajan entre 40 y 60 parejas con la feria. Cuando no está el camión funcionando como escuela “los maestros dejaban ejercicios a los niños”. En los dos años que no ha funcionado la unidad móvil, las familias de feriantes han dejado a sus hijos con parientes en alguna ciudad para que puedan acudir a la escuela. Los niños que se quedan suelen ser más pequeños, en edades anteriores a las de educación primaria. “Los que se quedan durante todo el año son niños menores”.
“En el momento se están haciendo las licitaciones para reabrir la escuela”, según Ramírez. La licitación de Conafe aún no tiene fecha y mientras tanto, la posibilidad de que los niños feriantes tengan un espacio lúdico entre tantos cachivaches que recorren cientos de kilómetros por carreteras se disipa. La alternativa para estos chiquillos, entretenerse bajo el sol abrasador en las explanadas de ferias. En el remolque que sirvió de centro educativo se puede leer “trabajando en la educación por un México mejor”, además de los niveles de escolarización que se debieran dictar: “preescolar, curso comunitario, postprimaria”.




