El fútbol es el deporte más popular en el mundo. Este es practicado por millones de personas alrededor del globo, quienes frecuentemente también disfrutan de ver partidos entre futbolistas profesionales.
Si bien un partido de fútbol profesional dura por reglamento 90 minutos, repartidos en dos mitades de 45 cada una, las interrupciones en el juego hacen que se acorte el tiempo efectivo del encuentro. De acuerdo a un estudio publicado por la Technische Universitaet Muenchen, en Múnich, Alemania, hay casos en los cuales la mayor parte de un partido de fútbol profesional varonil transcurre sin que el balón esté en juego.
Esta misma institución hizo un comparativo en las interrupciones de juego en partidos de categoría masculina y femenil, encontrando varias diferencias en el comportamiento de las y los deportistas. La mencionada institución académica analizó 56 partidos de fútbol, contabilizando las interrupciones y la duración de cada una de ellas.
Entre sus hallazgos se encuentra que en algunos de estos partidos el tiempo muerto abarca hasta el 53% del total, es decir el tiempo de juego efectivo es menor a la mitad de los 90 minutos marcados. Otro punto importante son las diferencias entre las interrupciones del fútbol femenil y varonil, pues aunque en partidos de mujeres hay más momentos donde se detiene el partido, estos duran menos que en la categoría masculina.
Un ejemplo muy claro son las interrupciones por lesión. En el fútbol varonil estas aumentan significativamente si el equipo del jugador lastimado va ganando, sobre todo al final del partido. En promedio, los hombres permanecen 30 segundos más en el suelo de lo que lo hacen las mujeres.
Los tiempos cronometrados por celebraciones o cambios también son mayores en el fútbol masculino. Por lo regular, los partidos femeniles tardan menos tiempo en reanudarse, por lo que hay mayor tiempo de juego.
Este análisis muestra que en general los comportamientos dirigidos a detener el juego son mucho más cortos cuando se trata de partidos femeniles, sin embargo, estos siguen sin recibir un trato equitativo y justo con respecto al deporte varonil.
