- Sergio Augusto López perdió el rumbo, señalan sus excompañeros de partido
- Aseveraron que al interior del partido reinan las humillaciones y el nepotismo para otorgar las candidaturas
Contrario a las manifestaciones de unidad expresadas por el presidente estatal del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), Sergio Augusto López Ramírez en el mes de marzo, negando además la salida de algunos de sus cuadros y su unión al Partido Acción Nacional (PAN), exmilitantes del PVEM, relataron en entrevista a La Jornada Aguascalientes, que la fuga de miembros de la estructura fue real y se dio por diversas inconformidades, principalmente por malos tratos y el incumplimiento de promesas tras los resultados electorales del 2007 y 2009.
Laura Ramírez, quien fuera coordinadora electoral en el distrito 11, José Luis Aguilar, en el distrito 6, Hayde Montañez, excoordinadora de gestión social del Comité Directivo Municipal del PVEM y miembro de la estructura del distrito 18, Catalina Silva Loera, excoordinadora de Gestión estatal, Cecilia Vela Aguilar, excoordinadora de activismo y movilización del distrito 13, Marcela Paniagua, quien fungiera como coordinadora de relaciones públicas y Fernando Zurita, en el distrito 15, son algunos de los exmilitantes del PVEM; son siete de los 16 militantes representantes de distritos que hace dos meses salieron de sus filas.
Destacaron como la principal acusación en contra del dirigente estatal, Sergio Augusto López, Rubén Galaviz Tristán y Catalina Azcona, “miembros distinguidos”, el nepotismo con el que han venido designando las candidaturas, ya que en la lista de candidatos a diputados, planillas de regidores, suplentes y propietarios, figuran hijos y sobrinos, de los antes mencionados, cuadros sin experiencia y trabajo al interior del partido, que sólo por el hecho del parentesco ganaron la posición, mientras que las personas que hacen el trabajo en las colonias con la gente para ganar sus confianzas y apoyo en las urnas, son ignorados.
Además señalaron que en las elecciones del 2007 y 2009 a los representantes de casilla del PVEM, encargados de vigilar y cuidar los votos del partido durante toda la jornada, fueron maltratados y no se les otorgaron alimentos, ya que el dirigente estatal y Galaviz Tristán, no lo autorizaron, considerándolo un gasto. Laura Ramírez expresó que en las pasadas elecciones vivió momentos muy penosos con las personas que fungieron como representantes de casilla, ante el desplante del dirigente estatal.
A la lista de reclamos, los desertores del PVEM añadieron que Rubén Galaviz y Catalina Azcona, exregidora de la actual administración, han sobresalido por sus malos tratos, portándose de manera déspota con las personas de las colonias que solicitan apoyos en el partido, “los ven por encima del hombro”, expresó Silva Loera.
Hayde Montañez señaló que estas actitudes no han sido manifestadas ante gente externa, sino con los propios cuadros del PVEM, contó que en el desarrollo de los foros organizados por el partido, para conformar su plataforma electoral, a los militantes “de bajo perfil” no se les tenía permitido tomar aguas embotelladas o café porque era para los invitados especiales y fue hasta finalizar el evento cuando, dieron el visto bueno para proporcionarles dichos insumos. “Tiramos todo el café, porque ninguno de los compañeros lo quiso tomar, porque fue una humillación, que no nos quisieran dar ni un vaso de agua”.
Los exmilitantes del PVEM expresaron que ante su salida, Sergio Augusto López tomó la decisión de llevar a Puerto Vallarta a los miembros de la estructura que se quedaron en el partido para desagraviarlos. Señalaron que los problemas al interior del instituto político se ahondaron por la influencia de Catalina Azcona y Galaviz Tristán sobre el dirigente estatal, pues aseguraron compraron su voluntad con regalos.




