Hector Randolph Rodríguez, cofundador del Banco de Ojos, relató que la idea de una clínica de trasplante surgió en los años ochenta, con la intención de dar respuesta al gran número de solicitudes de trasplante de córnea que había en aquellos años. “los médicos especialistas en oftalmología que llegamos hace 30 años a Aguascalientes, nos dimos cuenta de la gran necesidad que había, llegamos a detectar hasta 400 personas en lista de espera de una córnea”.
En 1991 comenzó a funcionar el Banco de Ojos con el apoyo del Club Rotario, quien consiguió el equipo para las cirugías y la Cruz Roja Mexicana, quien se dio a la tarea de tramitar todos los permisos sanitarios para comenzar a hacer los trasplantes; el gobierno en turno donó el terreno que ahora alberga al Banco de Ojos.
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Otra tarea que enfrentó el equipo del Banco de Ojos, fue convencer a la gente sobre la donación de las córneas al momento del fallecimiento de un familiar. Gloria Duarte Delgadillo, trabajadora social y especialista n la extracción de córneas, señaló que al principio fue difícil sensibilizar a las personas sobre esta actividad altruista, pero poco a poco se fueron abriendo campo, “una cosa que nos ayudó mucho fue la inclusión en la licencia de manejo una apartado donde se especifica que el conductor es donador”.
En este sentido Randoph Rodríguez, aclaró que a pesar de que una persona haya manifestado querer donar sus córnea al morir, lo que prevalece es la voluntad de los familiares, “nosotros hablamos con el familiar más allegado, le explicamos en qué consiste el procedimiento y si ellos aceptan y de manera altruista quieren donar se hace, si no quieren se respeta su voluntad “.
El especialista destacó el trabajo que hacen las cuatro trabajadoras sociales que colaboran en la institución y que se encargan de abordar a los familiares en los hospitales para solicitarles la donación, “el acercamiento debe ser con mucho tacto, pues las personas están pasando por un periodo de duelo”.
Actualmente el Banco de Ojos realiza un promedio de 100 trasplantes al año, gracias al apoyo de la sociedad que ha cobrado conciencia de la importancia de la donación de órganos, como una manera desprendida de ayudar a los demás, en esta actividad también participan médicos altruistas que no cobran honorarios por sus servicios, quienes además de realizar los procedimientos quirúrgicos, atienden consultas de carácter oftalmológico en los consultorios de la clínica.
Producto de la colaboración ciudadana y de médicos especialistas, el Banco de Ojos logró reducir la lista de espera que se tenía a tal grado, que ahora se apoya a otros estados en este tema “ahora vienen personas de Zacatecas, San Luis Potosí, Jalisco, Sinaloa a operarse acá” apuntó Héctor Randoph.
Por su parte Duarte Delgadillo, expresó que las personas que necesitan un trasplante de cualquier órgano, entran a una lista nacional única, evitando duplicidades; esta lista funciona a través del Centro Nacional de Trasplantes, donde se ingresa el nombre del paciente que requiere la operación y los médicos de acuerdo a la lista deciden que pacientes se operan primero, “esto depende de la urgencia que se tenga por la enfermedad”, además en cada estado existe un Consejo Estatal de Trasplantes (COETRA).
Gloria Duarte y Héctor Randoph hicieron hincapié en que la donación es una acción espontanea de plena voluntad, donde no intervienen ningún interés monetario, tan sólo el afán de ayudar otros, a los pacientes que son trasplantados no se les cobra ni la córnea, ni la cirugía, tan sólo se solicita al receptor que reponga los insumos que fueron utilizados en la obtención del tejido.
Después de que se extrajo la córnea de un cadáver esta debe permanecer en un medio adecuado, que permite su viabilidad en el lapso de 8 días, si no se usan en ese tiempo la córnea se pierde. Además del costo del medio de almacenaje que es un material de importación, el Banco de Ojos como institución responsable y profesional, debe analizar el cuerpo del que se obtuvo la córnea y al receptor, a fin de evitar la transmisión de enfermedades como el VIH/SIDA o la hepatitis B.
El Banco de Ojos como institución de beneficencia sobrevive solamente del apoyo que recibe de la sociedad a través de su patronato, las personas interesadas en participar en esta causa pueden comunicarse al 9 70 17 57
