Mediante una denuncia anónima la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) descubrió 400 barriles de 200 litros cada uno con aceite industrial quemado, considerado como desecho tóxico, el hallazgo se hizo en dos bodegas de la Central de Abastos de Sur, en el municipio capital informó Francisco Guillen Gutiérrez, delegado estatal de la del organismo.
Ante la denuncia hecha por un ciudadano el miércoles 2 de septiembre, la PROFEPA acudió ayer por la mañana al lugar con una orden de inspección, al revisar el lugar se encontraron los tambos llenos de aceite usados, así como cubetas y estopas impregnadas del mismo líquido presuntamente desechos de un taller mecánico, todos estos materiales son calificados como tóxicos por la Ley General para la Prevención y Gestión Integral de los Residuos de la PROFEPA, por lo que se procedió al aseguramiento de las bodegas.
El delegado explicó que al ser aceites gastados son dañinos para el medio ambiente y deben tener una disposición final especial, ya que verter estos aceites en el drenaje y suelos contaminan el agua y las tierras con sus componentes químicos, “un ejemplo de lo tóxico de estos aceites usados, se puede percibir en los autos que están mal afinados a los que les sale humo negro altamente contaminante de sus escapes, por eso hay normativas a nivel federal que prohíben tirar estos residuos en cualquier lugar”.
Guillen Gutiérrez señaló que por el momento poco se sabe de los responsables del delito, dijo que ya se tienen algunos sospechosos, pero prefirió omitir más datos para no entorpecer las investigaciones. Señaló que independientemente del tiempo que tarde la investigación para determinar quién dejó los residuos en las bodegas y se fije el monto de las multas que tendrán que pagar los responsables, los barriles tendrán que ser retirados del lugar por una empresa especializada en el confinamiento de estos residuos, antes de 5 días hábiles, “de acuerdo con lo que determina la ley, a mediados de la próxima semana los tambos se habrán retirado del las bodegas para evitar contaminaciones”.
Detalló que cada empresa que produzca algún residuo tóxico a partir de su actividad es responsable de este material hasta su confinamiento final, “las empresas tienen que entregar sus desechos a una empresa especializada en la eliminación y confinamiento de los residuos, sin embargo son responsables de lo que suceda con los materiales o sustancias, hasta que la empresa que contrataron les entregue un manifiesto donde se expresa la cantidad exacta de los desechos, como se trataron” apuntó el delegado de la PROFEPA.




