El Instituto Municipal de la Mujer de Aguascalientes (IMMA), con el apoyo de Marcela Martínez Roaro, directora del Instituto Superior de Educación Sexual (ISES), impartió un taller denominado “Introducción a la didáctica de la educación sexual” con el objetivo de formar multiplicadores de la formación de los temas de educación sexual y género, en el participaron trabajadores de dependencias y personas de la sociedad civil que trabaja estos temas tanto en áreas urbanas como rurales.
Según la experiencia que Martínez Roaro tiene con talleres similares anteriores es muy importante que las personas dedicadas a la impartición de talleres, conferencias, cursos o pláticas tengan una formación integral no sólo relacionada con el tema del que van a hablar, sino también en relación a la didáctica necesaria para atraer al grupo de personas que se busca, retener su atención y darles el mensaje de la manera más adecuada.
En este taller en particular participaron alrededor de 28 personas, del Sistema DIF, del propio IMMA, del IMPLAN y del ISEA; sólo dos de los participantes tenían conocimientos relacionados con la didáctica de la conformación de un taller, por lo tanto ese fue el tema central tomando como referencia la cuestión de la sexualidad desde diferentes perspectivas: la educación sexual, los derechos sexuales y reproductivos, salud reproductiva y la forma de hacerlo llegar a las mujeres, los padres de familia y los jóvenes.
A través de las herramientas que ellos recibieron en este taller adquirieron la capacidad de estructurar su propio plan y programa del taller o conferencia que tengan pensado impartir, tomando en consideración desde el título que es muy importante para captar la atención y darle seguridad a las personas para que asistan, principalmente en un tema tan delicado como es, por ejemplo, la sexualidad.
“Es importante que tengan muy claros los aspectos de la planeación didáctica relacionada con la sexualidad que se involucra con cuestiones morales, ideológicas, emociones y sentimientos para ser sólo educadores y no intentar ser terapeutas”.
En este sentido, Martínez Roaro hizo énfasis en que ellos sólo proporcionan la información que los asistentes a su taller o conferencia deben a su vez replicar en su ambiente familiar o con sus cercanos, pero en ningún momento el tallerista se convierte en terapeuta.
Para la activista la respuesta fue buena pues, después de concluido el taller, ya tuvo contacto con algunos de los participantes y ellos le hicieron comentarios positivos de la información que recibieron e incluso le dijeron que están ya trabajando en el diseño de algunos talleres por su cuenta y las herramientas que aprendieron les van a ser de total utilidad.
El aspecto de la sexualidad fue sólo un pretexto para abordar la cuestión de la didáctica, pero entre los temas que abordaron para realizar sus ejercicios fueron las relaciones sexuales en adolescentes, cómo hacer que los papás puedan hablarle a sus hijos niños sobre sexualidad, cómo acercarse a las mujeres y saber distinguir qué elementos especiales tienen que incluir dependiendo del grupo al que van.
No es lo mismo hablar de violencia, género y sexualidad con mujeres de la universidad que con mujeres de una comunidad o incluso con hombres que son tan renuentes para estos temas.




