Más allá de la adecuación física de las estancias infantiles para que puedan recibir niños con discapacidad, lo más importante es la disposición de las encargadas y el personal para integrar a estos pequeños, no discriminarlos y apoyarlos para que se integren de la manera más adecuada y en la medida de sus posibilidades con los demás niños.
Esta fue una de las ideas centrales de la capacitación que impartieron integrantes de la asociación APAC en Aguascalientes para las encargadas de las estancias infantiles de la Secretaría de Desarrollo Social (SEDESOL) federal.
Según el informe de Pedro Vargas, delegado de SEDESOL en Aguascalientes, hay 40 niños discapacitados que asisten a alguna de las guarderías de su competencia y aunque en un principio se da a las encargadas bibliografía y capacitación general, también es importante que tengan un acercamiento con gente capacitada, con experiencia en el trato y cuidado de estos niños. En cuanto a las discapacidades, varían: hay parálisis cerebral, síndrome de down, problemas motores en brazos o piernas y problemas neurológicos.
Ahora, a través de diferentes medios, se está buscando integrar a los niños y las personas con discapacidad; las guarderías buscan sumarse a esta intención de mejorar la calidad de vida de estos pequeños a través de su integración a la dinámica de su propia vida, para que tengan tanta independencia como sea posible.
Entre los aspectos principales que desarrollaron durante el taller, que también se impartirá en el transcurso de hoy, en las instalaciones de la SEDESOL, está enseñarles a manejar a los niños a la hora de cuidarlos, posturas para pararlos, sentarlos y acostarlos, qué materiales son los más adecuados para el mobiliario, el área de juego y los mismos juguetes que ellos tengan al alcance, comentó la terapeuta de APAC, Sandra Touriño, además de dotarlos de canciones, poemas y material didáctico que les sirva para desarrollar en ellos destrezas psicomotrices, desarrollar el sistema multisensorial y despertar sus sentidos.
Los pequeños discapacitados pueden realizar todas estas actividades en conjunto con todos los demás niños de la estancia, sin importar que los demás no tengan esa condición. Lo único importante es que la encargada sepa qué cuidados especiales debe tener.
Cada una de estas actividades de convivencia y la misma adecuación física del espacio es una forma de no discriminar y al mismo tiempo enseñarle a los demás niños para que también desarrollen una relación de respeto y empatía. “La intención es sensibilizar a las encargadas de las estancias para que no teman de recibir un niño con discapacidad, sólo con que aprendan como cuidarlo”.
En cuanto a la infraestructura, el espacio de la guardería sí debe estar dotado de rampas, las escaleras deben estar cubiertas para evitar que ellos pasen, los accesos de entrada, salida y los ventanales deben tener protecciones; es importante que exista un área donde tenga colchonetas donde ellos puedan estar libremente en el suelo sin mayor cuidado o puede ser un área con alfombra, deben tener cuidado con la cocina y el baño, además de que tengan barras en las paredes y en las pasamanos para que ellos tengan de donde agarrarse y se sientan seguros.
Entre las actividades lúdicas que ellos pueden realizar están los trabajos manuales, de mesa, colorear, pintar, rasgar y, si el niño no tiene una discapacidad muy severa, se le pueden enseñar a la par de los demás actividades de la vida diaria como bañarse, cambiarse, lavarse la cara, peinarse, lavarse los dientes, cambiarse la ropa y que incluso los demás niños los puedan ayudar en estas labores.




