- Paco Guel, estrena puesto
- Pugnas por coordinación, sólo en mentes de malintencionados
- El FIADE y los capítulos finales del sexenio
Cambio en el gabinete municipal. A partir de hoy hay nuevo secretario de Obras Públicas en el ayuntamiento capital. Se trata de Francisco Guel Macías, quien hasta ayer fungiera como director de área en esa dependencia. Además, Guel Macías es el representante del proyecto nacional mexiquense en la entidad, plataforma de lanzamiento del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, en varios estados del país.
Por si fuera poco, Guel Macías estuvo coordinando con bastante éxito varios aspectos de la campaña de la hoy alcaldesa electa de la capital del estado, Lorena Martínez. Por la trayectoria y experiencia de Guel Macías en el área de la construcción, sobre todo en el sector privado, se antoja este cambio como un merecido premio a su trabajo, al menos eso dicen quienes han estado cerca de la administración municipal, además de que podría ser preludio de la continuidad que en todo gobierno es conveniente que se dé en todas las áreas.
Se sabe que “Paco” es considerado como una de las personas más cercanas a los afectos de Lorena, por lo que su ascenso también podría ser interpretado como una muestra más de buena voluntad del alcalde Adrián Ventura hacia quien habrá de sucederlo.
Trascendió que a Guel se le han encomendado varios proyectos que Martínez considera relevantes dentro de su administración, por lo que, comentábamos, no sería raro que hubiera continuidad en el cargo.
Muy juntitos. Para quienes pretenden echarlos a pelear, varios de los diputados electos del PRI lanzaron un mensaje de unidad desde el Estado de México el fin de semana pasado. Resulta que varios de ellos fueron invitados al informe de Peña Nieto y a la hora de la comida se les vio juntos y sonrientes a dos de quienes han sido nombrados como probables coordinadores de la bancada tricolor en el trienio entrante.
En la mesa estuvieron Gregorio Zamarripa, quien se dice es el gallo de Carlos Lozano para coordinar la bancada, y Miguel Ángel Juárez, representante del olivarismo en el Congreso local.
Además, estuvieron el diputado Alberto Solís Farías, también considerado como “lozano boy” al igual que Zamarripa, Jorge Delgado Delgado, cercano también a este grupo; José Luis Alférez, más cercano a los Olivares. Las pugnas, aseguran, sólo en las mentes de algunos
La confusión de la Pona. Fueron muchos los que esperaron hasta que por fin salió un expediente para justificar la declaratoria de área natural protegida para la Mezquitera La Pona y ahora resulta que sólo podrán salvarse 10 ó 15 hectáreas y es que como el procedimiento anterior resultó fallido, ahora con todas las de la ley los propietarios pueden ampararse ante la acción de la sociedad civil que pretende perjudicarlos en sus bienes, que en este caso es un área que debiera ser patrimonio de todos, qué lástima, seguro este en la posteridad también será clasificado como un “daño colateral”.
Cuando la situación de La Pona se detuvo entre otras cosas, la justificación fue que en la legislación no estaba clara sobre de quién es la atribución para hacer la declaratoria y aunque se hicieron algunas reformas a la ley de protección del medio ambiente al parecer esta confusión continúa estando vigente, en el inter serán los particulares quienes se van a comer el mandado.
Uno más. A la lista de precandidatos a ser comisionados de transparencia habrá que sumar a Jorge Cerdán Uribe, especialista en el área de tecnologías de la información, herramienta sin la cual no podríamos entender la transparencia en las democracias modernas.
Sería bueno que nuestros legisladores voltearan a ver a este tipo de personas, sin vínculos partidistas y dispuestas a trabajar para darle calidad y certeza a las instituciones. Cerdán ha sido catedrático en varias universidades del estado y desde afuera parecería un buen fiel de la balanza en el instituto.
Siempre es conveniente que haya alguien dentro de las instituciones que sepa hacer el trabajo.
Quienes andan enojados son los empresarios, que pidieron una y otra vez se cambien las reglas de operación del FIADE, puesto que en la última reunión los cambios fueron tan significativos que hasta 165 millones de pesos se van a fondo perdido.
Quizá este dinerito tuvieron que tomarlo porque las gestiones con el gobierno federal no van del todo bien y no vaya a ser que se les venga la noche con aquello de que hasta a algunos funcionarios ya les adelantaron su finiquito, con tal de no gastarse el dinero en otras cosas.
La cosa está candente, a casi dos meses de presentarse el cambio en la administración estatal, pareciera necesario primero echarse un cafecito con la iniciativa privada, no vaya a ser que las tan esperadas inversiones tengan que frenarse.




