El primer reporte se generó al sur de la ciudad, alrededor de las ocho de la mañana de ayer. Se trataba de olores fétidos que no se sabía de dónde provenían.
El coordinador de protección civil estatal corroboraba estos datos y a la vez admitía desconocer los pormenores, decía que en los operativos de inspección participaban los bomberos, protección civil estatal y municipal y policías municipales.
A las 10:20, ya en el centro, del edificio de oficinas del Congreso
del Estado fueron evacuadas aproximadamente 180 personas, entre
personal y visitantes, informándose que se habían detectado emisiones
de gas metano en toda la ciudad y, dado que el inmueble no cuenta con
la ventilación adecuada, se tomaría esa medida por unos cuarenta
minutos, sólo en ese edificio.
Los reportes había continuado e indicaban que ahora los hedores se
percibían en el primer cuadro del centro histórico; en esta zona, los
alumnos de cuando menos cinco escuelas, de preescolar a bachillerato,
fueron evacuados, quedando un saldo de alrededor de 11 estudiantes de
la escuela Primo Verdad que requirieron ser trasladados por servicios
de emergencia debido a que presentaron crisis nerviosas.
Ambulancias de Cruz Roja, paramédicos del Servicio de Emergencias
Médicas y elementos de protección civil estatal y municipal revisaban a
los estudiantes y las instalaciones de los planteles del Colegio Pascal
y las escuelas Valentín Gómez Farías, Vicenta Trujillo, Primo Verdad,
Melquiades Moreno y otros, atendiendo a quienes habían presentado
jaqueca, náuseas, mareo u otro malestar.
Miguel Uribe, comandante de los bomberos municipales indicaba que el
primer reporte se refería a una fuga de gas y que de acuerdo a los
explosímetros, las emanaciones eran de gas metano; señalaba que se
habían movilizado de sur a centro y que al momento ya se tenían también
reportes de la zona norte, en la avenida Universidad y las colonias
Altavista y Gremial.
A manera aún de hipótesis, explicó que podría tratarse de “un tapón”
en el sistema de drenaje, recomendando que de manera cotidiana, pero
especialmente en esta situación, se arrojara agua muy jabonosa a las
coladeras a fin de detectar cualquier fuga y que en los hogares,
negocios y escuelas se procurara la mayor ventilación posible o incluso
desalojaran en el lugar.
Por la tarde, el titular de protección civil estatal, Francisco
González Ibarra, después de indicar que en efecto había habido escuelas
evacuadas, que el metano era un gas de baja explosividad y especulando
que pudiera haberse originado por un estancamiento de lodos en la
planta tratadora de aguas residuales del sur de Aguascalientes, se
reunió por varias horas con funcionarios de las dependencias que de
algún modo tuvieron participación, afirmándose que al término de la
junta sería él mismo portavoz de la versión oficial de lo sucedido.
Por su parte, al medio día, el gobernador afirmaba que el Instituto
y la Procuraduría Estatal del Medio Ambiente tendrían intervención en
el asunto; también aseguraba desconocer aún la causa y el punto de
origen de la fuga, pero sentenciaba que el responsable sería
debidamente identificado, a fin de fincarles responsabilidades.
