- Aquelarre en el PAN
- Proyectos para trascender
- Suguieren firma de convenios con Universidades
- Movimientos perversos en los procesos
Aquelarre en asamblea panista. Cuentan que en sesión del Consejo político del PAN este fin de semana se presentaron nada más y nada menos que Humberto Rodríguez Mijangos, panista en proceso de expulsión y Narciso López ex panista, ahora convergente.
Ambos iban con espada desenvainada para confrontar a los ahí presentes y reclamar a Felipe González y Jesús Martínez presumibles actos de corrupción durante la gestión del primero.
En respuesta recibieron, como era de esperarse, una rechifla del resto de los panistas que al grito de traidores los corrieron de la sesión. Esto es un preludio de lo que pasará el día de la elección del próximo Comité Directivo estatal.
Como lo prometido es deuda, en esta columna le seguiremos presentado los proyectos y propuestas que los aspirantes a dirigir el ITEA pongan sobre la mesa para los próximos cuatro años.
En esta ocasión contactamos a José Guadalupe López Ramírez, ex contralor de la UAA, contador público y abogado especializado en derecho de la información que, tras haberse presentado hace cuatro años para el mismo cargo, asegura haberse preparado para ahora sí ocupar el cargo.
Su proyecto se titular “Por una cultura de acceso a la información pública” y propone básicamente que los comisionados, en vista de que sólo sesionan cuatro veces por mes y no son ellos quienes sustancian los recursos de inconformidad, se dediquen a educar a usuarios y funcionarios públicos para ejercer el derecho de acceso a la información.
Para la niñez, propone “actividades de entretenimiento que les formen los valores de acceso a la información” y para la adolescencia, plante el uso de “avances tecnológicos, medios audiovisuales y concretos y concisos, sembrándoles dudas, inquietudes, planteamientos que les refuercen la cultura de acceso a la información”.
Sugiere que el ITEA firme convenios las universidades para que incluyan en sus planes de estudio temas relacionados con la transparencia y la importancia del derecho de acceso a la información, además de la ejecución de “brigadas por la transparencia” en municipios, creación de módulos de asistencia ciudadana y apoyo con las organizaciones de la sociedad civil.
De llegar al Instituto, dice, impulsaría un programa multidisciplinario de servicio social con el que se capacitaría a los jóvenes y al mismo tiempo se eficientarían recursos económicos y humanos para el organismo.
Aún cuando los dedos de las fuentes extraoficiales lo señalan como el delfín de Fernando Palomino, López Ramírez asegura que no tiene colores y que la convocatoria tiene candados para evitar que los diputados viertan en la selección de comisionados intereses políticos y/o partidistas, pues tiene como requisito la presentación de documentos probatorios de la experiencia y estudios en materia de transparencia de cada aspirante.
“Cerrando Fuerte” los tiempos y las ordenes parecen no hacer correr la sangre por las venas del Director de Información Financiera del Ayuntamiento de Aguascalientes, pasaron dos días y al señor se le “olvidó por exceso de trabajo” dar la instrucción para imprimir la Cuenta Pública, previa autorización de la Secretaria. Qué cosas pasan cuando lejos de haber cumplido con las obligaciones en su tiempo, las personas se apuran por ver la forma de cómo obtener otro “lugarcito” en la siguiente administración pública.
Interesante que Aguascalientes está incluida como una de las ciudades analizadas con respecto al manejo de la energía, lástima que con tan brillante esfuerzo tenga un pequeño tachón en la plana con eso de la empresa creada a propósito de la compra de luminarias para la vía pública y todo lo que hubo alrededor de este convenio que de no ser por las organizaciones no gubernamentales podría haberse autorizado aún con irregularidades.
Los porcentajes son engañosos, aunque efectivamente el 88% de las viviendas de las localidades en el estado tiene los servicios básicos, la realidad es que el 12% faltante incluye familias completas que viven en estado de precariedad y para aspirar a una vida donde lo básico no es una preocupación más para sobrevivir y para que puedan entrar dentro del padrón de las personas con derechos de tercera y cuarta generación.




