A propósito de la primera imagen de Margot Robbie en la película Barbie, producida por Warner Bros, recordamos la lucha cultural que ha tenido la muñeca después de décadas en el que el feminismo ha señalado la cosificación de la mujer a través de un modelo hegemónico de belleza, en este caso, el de Barbie, siempre maquillada, sonriente y de impecable peinado, diminuta cintura y senos sobresalientes.
La representación de Barbie, su ropa minúscula y estilo de vida, significaron para diversos feminismos un status quo que sometió a las mujeres a perpetuar estereotipos de género y violencia estética: siempre a la caza de un marido, rechazarían sus cuerpos y figuras para someterse al prototipo escultural con rigurosos procedimientos que incluso las llevarían a la muerte por la anorexia y la bulimia, esto, a demás de considerar que la muñeca promocionaba la supremacía blanca y el consumismo.
Misógina, machista, racista y clasista, así ha sido señalada la Barbie. Poco a poco, Mattel tuvo que responder a los señalamientos y evolucionar, sin dejar, por supuesto, el consumismo. La nueva estrategia fue fabricar distintos tipos de Barbie en diversos roles sociales, la ropa pasó de la minifalda a la bata de médica, la muñeca dejó de ser exclusivamente de tez blanca para volverse trigueña, afrodescendiente, de hiperdelgada a talla plus, situada en diferentes culturas y hasta recrear a diferentes personalidades, desde David Bowie o Diana Ross hasta Frida Kahlo.
La producción de la película, que se estrenará en julio del 2023, ha revelado que esta Barbie sufrirá una crisis de personalidad y ya hay varias teorías al respecto, sobre todo, que será reivindicada como una Barbie feminista, ¿crees esto posible?




