Conforme se acercan los tiempos electorales, los gobernantes suelen tener una actitud de mucho acercamiento a la población y sobre todo de muchas “dádivas” que no solucionan de fondo los problemas de la pobreza, el hambre y la falta de educación, para Araceli Gómez Ruiz, del Movimiento Nacional por la Esperanza que se ha dedicado a trabajar de cerca con niños en situación vulnerable en términos económicos es más provechoso que el gobierno genere espacios laborales que regalar despensas o cobijas.
Comentó que por ejemplo incluso por parte del presidente Gabriel Arellano acaba de instalar una casa de apoyo a la gente justo a la vuelta de donde está ubicada la Casa de la Esperanza en la colonia Insurgentes y de alguna forma ellos se cuestionaron porque hasta ahora, si en este espacio existe ya un lugar donde apoyan a las personas, entonces podrían haberse sumado a su proyecto desde hace tiempo.
“Qué bueno sería que se dieran una vuelta ahí con nosotros para que vean que estamos funcionando de la manera más limpia posible, sin tendencias hacia ningún partido, estamos aplicando todo nuestro esfuerzo al beneficio de la gente”.
Para ella, acciones como esta van encaminadas a la captación del voto estando ya tan cerca las próximas elecciones y con el interés que el presidente municipal tiene de participar, sin embargo, este es un fenómeno que no es exclusivo de él o de la gente de su partido, sino de todos los partidos que con este sistema han creado un sistema de dependencia de los ciudadanos que buscan generalmente las cosas “regaladas” en lugar de saber que todo tiene un costo y que es importante trabajar para obtener un beneficio.
“Es un daño han causado todos los partidos porque hay uno que no llegue a ofrecerle algo a la gente a cambio del voto, no se trabaja en el inter, pero que tal cuando va a ver periodos de elecciones, todo el mundo se desbarata poniéndole atención a los problemas de la gente y dándole solución”.
Ella entre las personas con quienes tiene contacto ha compartido la idea de pedir empleo en lugar de despensas y pedir también mejores condiciones laborales sobre todo para las mujeres que viven muchos tipos de violencia en sus posibles espacios laborales y también en el hogar cuando de la estabilidad emocional de ellas dependen muchas personas.




