- Si no los escuchan el día de hoy, realizarán un paro ahora en las oficinas centrales
- Son muchas las necesidades de los trabajadores y poca la disposición de los contratantes
El grupo de catorce trabajadores de limpia, en su mayoría mujeres, del edificio del INEGI ubicado sobre la salida a México a un costado de la Aduana, hicieron un paro total de labores debido a que la empresa Corporativo de limpieza Satélite no cumplió con el compromiso de dar de alta ante el IMSS a todos los trabajadores que faltaban. El plazo para este compromiso venció ayer martes y fue por eso que los trabajadores respaldados por el líder de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), Jesús Ramírez Ramírez, llevaron a cabo tal acción.
Desde las siete horas se encontraba un grupo de mujeres paradas a las afueras de las oficinas del INEGI como forma de protesta, negándose a realizar sus actividades. La protesta fue principalmente por la falta de cumplimiento de las prestaciones básicas de ley para cualquier trabajador que no les han sido asignadas porque la empresa contratante no ha cumplido con sus obligaciones.
Una buena parte de ellas son mujeres mayores que por sus enfermedades requieren un seguimiento contínuo, tienen diabetes, hernias, hipertensión, enfermedades del riñón y durante todo este tiempo han tenido que atenderse con médicos particulares y pagar sus medicamentos que van desde 400 hasta 800 pesos y más, dependiendo de los tratamientos que cada una de ellas necesita o en alguno de sus casos, sus hijos.
Comenzaron a trabajar en este edificio desde el pasado 2 de enero y en lo que va del año estuvieron dados de alta sólo por una o dos semanas ante el IMSS, después de eso, han tenido que lidiar incluso con accidentes, ya hubo una de las empleadas que se cayó por chocar de frente con otro trabajador y se le dificultó que le brindaran los servicios médicos correspondientes y ya de manera posterior su incapacidad.
Felícitas tiene una hernia y no se la ha podido atender bien porque no tiene seguro, junto a ella está otra mujer que dice que tiene a su hijo desde 1997 con asma y por eso se buscó un trabajo donde se supone que le iban a dar seguro, porque en el Seguro Popular no le cubren las medicinas que necesita. Ellos han pedido que si no les van a dar el seguro entonces los apoyen con la compra de sus medicamentos pero eso tampoco sucede, más de un trabajador tiene recetas que presentó para pedir ayuda y no recibió nada.
“A mí nunca me han pagado nada, llegamos a la oficina a tocar y parecemos pordioseros ahí sentados afuera y nunca nos abren, nunca están, por teléfono no nos contestan, le hablamos al celular y yo creo que ven el número y nos apaga el teléfono”.
Hay mujeres que de pronto han empezado a faltar, en ciertos casos cuando eso sucede más de un día puede ser señal de que la trabajadora está enferma, no está dada de alta en el seguro, tienen que atenderse por fuera y eso les trae también muchos problemas porque no siempre tienen dinero para comprar sus medicamentos.
Para la empresa, no asegurar a los trabajadores es una ganancia porque en la licitación que realizan con el INEGI está contemplado el pago de esta prestación, por lo tanto los aproximadamente 600 pesos por persona de esta prestación se la queda la empresa.
Por la tarde, continuaron el paro con los trabajadores del turno vespertino y plantearon la posibilidad de continuar con el mismo en el edificio central del INEGI si no obtenían una respuesta favorable de la empresa.
La intención es generar las condiciones de manera que el instituto ponga en regla a la empresa y que los compañeros no tengan problemas con las rebajas excesivas, tampoco con el Seguro Social o en su caso, con el pago de medicamentos mientras los registran y no los discriminen.




