- Datos de una investigación de la UAA
- Se practican otras religiones pero éstas no llegan ni al 3%
Según una investigación realizada el año pasado, por académicos de la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA), con la finalidad de dar un diagnóstico sobre la Realidad Social y Cultural de los Entornos Sociales en el estado, nos dice que las diversas congregaciones católicas en Aguascalientes atienden de forma segregada a las diferentes clases sociales pero con un discurso homogéneo que localmente ha impactado en la tasa de fecundidad, en enfermedades de transmisión sexual, en educación sexual y en la discriminación hacia la comunidad LGBTTTI (lesbianas, gays, transexuales, transgenéricas, travestistas e intersexuales).
La académica de la Universidad Pedagógica Nacional-Aguascalientes, Evangelina Terán Fuentes, señala en un apartado del mismo estudio, denominado “el nivel de cohesión social en Aguascalientes”, que la religión es uno de los ejes que rigen la vida pública en Aguascalientes; donde según cifras del Censo General de Población y Vivienda 2000, el 95.64% de los y las habitantes son católicos, en donde sólo el estado de Guanajuato está por encima con 96.4%, mientras que la media nacional es de 88%.
Más del 90% de la población en el Estado de Aguascalientes es católica; no obstante, en la entidad también se practican otras religiones que no llegan al 3% del total, razón por la cual, no han impactado en la sociedad aguascalentense, más allá de lo individual.
En el estudio, Terán Fuentes hace mención al hecho de que el catolicismo privilegie a la moral privada y ubica a las familias como islas desvinculadas entre sí, que no favorecen la construcción de ciudadanía; es decir, los problemas sociales se atienden desde una óptica privada, aunque se trate de asuntos públicos como la violencia hacia las mujeres, las enfermedades de transmisión sexual o las relaciones homosexuales.
Según Terán Fuentes la intolerancia de los obispos en Aguascalientes es desde tiempo atrás, en los años setenta, con generaciones de obispos poco inclinados al diálogo y más centrados en la forma que en el contenido, más preocupados por las obras materiales que por las espirituales.
En dicho estudio se hace un análisis profundo de cómo la iglesia católica, principalmente a diferencias de otras iglesias, tiene un papel sobresaliente en la conformación del capital social del divido, sobre como percibe la realidad y lo que está bien o mal.
