- La Ley Televisa es parte de este plan de control de los monopolios
- La única alternativa es lanzar una batalla cultural ideológica de parte de AL
La aprobación de la Ley Televisa en México, es una muestra clara de la influencia que Estados Unidos ha logrado obtener en los países de América Latina, que sin duda le son indispensables para su sostenimiento como imperio con la apuesta por el control de los medios para subordinar a los países. El desafío actual de América Latina ante este embate es estructurar una batalla cultural ideológica en conjunto, ese fue el planteamiento lanzado por Atilio Alberto Boron, politólogo destacado, ganador del Premio internacional Unesco José Martí 2009 que participó como ponente del Quinto congreso de estudiantes de sociología en la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA).
Bajo este planteamiento formuló la idea de que si antes fueron las armas las encargadas de detener las revoluciones, ahora son los mensajes emitidos a través de los monopolios de los medios de comunicación, la principal herramienta para mantener dispersos y en la desinformación a las personas, además de empezar a articular otras acciones como la promoción de gobiernos de derecha radical al servicio del imperio.
Su tema central fue la situación actual de América Latina que en gran medida se centró en la dominación que a través del tiempo Estados Unidos ha querido ejercer sobre los países de América Latina, que desde la perspectiva del especialista son ricos especialmente en diversos minerales base para el desarrollo de diferentes tecnologías; e indispensables
Habló de manera inicial del sistema capitalista donde criticó de manera muy clara el planteamiento de las sociedad de la información como el nuevo modelo existente a nivel internacional cuando enumeró una serie de carencias como la falta de agua potable, analfabetismo, viviendas precarias, falta de medicamentos, trabajo infantil en condiciones de explotación y la ausencia de electricidad para una buena cantidad de personas en el mundo, lo cual debiera ser un pendiente a resolver antes de plantear este nuevo modelo de sociedades.
El problema insoluble del capitalismo es la distribución de los recursos, los ricos son cada vez más ricos y los pobres también son cada vez más pobres, incluso se han hecho cálculos ya de que sí se lograra una redistribución de cierto porcentaje de la riqueza de las clases pudientes, la realidad sería que no se mermarían las fortunas, aunque esto en la realidad es un acto inconcebible.
En torno a la relación de los países de América Latina con Estados Unidos, todos están inmersos en un espacio denominado Las Américas y por lo tanto, las acciones del país imperialista del norte repercuten de manera directa en los rumbos de los países en todo el continente. Estados Unidos como imperio, implica un caso patológico tiene a todos los países principalmente del sur invadidos por bases militares, existen más de 20 distribuidas en América Latina considerada como el experto como la zona de seguridad de Estados Unidos.
Estados Unidos es quien tiene las bases militares, tiene el control de los satélites, hace la guerra con los países de los cuales busca obtener algún beneficio, aunque al mismo tiempo históricamente está registrado que en ninguno de los países donde han mandado sus tropas a intervenir, los han devastado, los han dejado destruidos, pero no han ganado la guerra.
El país ha emprendido una campaña de deterioro contra los países un poco más sólidos del continente, los que tienen iniciativas de izquierda o al menos las más tendientes hacia un sistema democrático. Mientras en la parte de América del centro y un poco del sur, tomando en consideración a México entre los países que tienen un gobierno de derecha, que es otra de las intenciones del vecino del norte, hacer un bloque de gobiernos aliados a sus intereses que bajo cualquier circunstancia respondan a los intereses imperialistas.
Desde la perspectiva de Boron, lo que los países de América Latina deben hacer es entonces unirse y conformar en una ideología común una batalla cultural ideológica con la que sobre todo protejan a sus medios de comunicación.




