- Espera arrancar operaciones en el mes de noviembre próximo
- Busca promover la cultura de propiedad industrial y comercialización de inventos locales
Con la intención de fomentar la actividad científica, pero sobre todo de proteger el trabajo de los investigadores de Aguascalientes, la Universidad Panamericana Campus Bonaterra abrirá en este ciclo escolar un centro de investigación y asesoría para la comunidad científica local, a la par de un libro de acercamiento a cuestiones de protección industrial.
Manuel Magaña Rufino, catedrático investigador de la facultad de derecho en la UPB, autor de la publicación y quien se encargará de dirigir el centro, adelantó que la obra será “un libro general que tiene como finalidad el fomentar y desarrollar la cultura de la innovación; acorde con esto vamos a abrir un centro de atención y de tecnología”, probablemente el próximo mes de noviembre.
Sobre su libro, que quedará terminado este año, Magaña Rufino comentó que trata de contrarrestar en algo el hecho de que “en México tenemos mucha creatividad, pero no hay la asesoría correspondiente, entonces los inventores, uno: o no se protegen adecuadamente y luego no pueden comercializar sus inventos (…) o dos: no saben cómo comercializarlos”, ofreciendo un panorama de las figuras jurídicas y derechos que la ley otorga a quienes hacen una invención.
La publicación, calculó, comenzaría a mediados del siguiente año.
En el centro, de forma complementaria, se dará “una atención especializada a las personas que estén interesadas tanto en asesoría como en desarrollo de su tecnología”, lo mismo que a empresas con el mismo interés.
El servicio se brindará tanto a docentes y estudiantes de la Universidad Panamericana, como a la comunidad científica del exterior, en las instalaciones del campus. Si el proyecto marcha como se espera, posteriormente se verá la posibilidad de que tenga infraestructura independiente.
“En un principio daremos asesoría y comercialización”, indicó; “en un segundo paso ya también desarrollaremos tecnología (…) Dependiendo de la demanda, ya veremos si necesitamos especializarnos en algo, abrir áreas concreto, dependiendo de las necesidades de los inventores, las empresas”.
Bajo la dirección de Manuel Magaña, recientemente designado árbitro nacional en controversias de derechos de autor, la intención es que este centro de investigación lo conformen otros abogados, ingenieros “y administradores o personas de negocios internacionales, con la idea de que también con estos inventos se pueda hacer marketing”.
En razón de plazos, para el corto se tiene la apertura y puesta en macha de este espacio; para el primer semestre de 2011 se proyectan las asesorías de comercialización nacional e internacional y desarrollo tecnológico.
Además de Magaña, el lugar iniciará operaciones con su colega Gabriel Domínguez y el ingeniero Francisco Morales y ya hay proyectos en curso que podrían impulsarse a través de su labor.
“Nuestros alumnos, en especial de ingeniería, tienen desarrollos muy interesantes, muy novedosos; entonces queremos empezar con ellos a brindarles asesoría”, destacó el académico.




