¡Góticos! Así son los nuevos magistrados, hombres y mujeres que fueron designados por la titular del ejecutivo estatal, pasando por la mesa de trámite domiciliada en avenida Madero.
¡Tremendos Frankesteins! Falsos prometeos compuestos por partes que no encajan. Caminando con los brazos extendidos y la mirada perdida, intentando un equilibrio que jamás llega y dispuestos a someterse, serviles y temerosos, a su creadora.
¡Aaaargh! ¡Aaaargh! Gruñen lastimeramente, mientras, sin dejar legalmente sus cargos anteriores -con lo que contravienen la Ley Orgánica de la Administración Pública Estatal y la de Responsabilidades Administrativas de Aguascalientes-, caminan lentamente, arrastrando con torpeza los pies y hacia el edificio ubicado en avenida Héroe de Nacozari, recinto del otrora Poder Judicial de Aguascalientes.
Un magistrado se entiende en el nivel inmediato superior al de un juez y es el máximo cargo judicial al que la abogacía puede esperar. ¿Qué sucede cuando la o el investido de magistratura, no tiene el antecedente, mérito, conocimiento o prestigio profesional necesario para serlo? Pues su actuación, de esa o ese magistrado, estará siempre al borde del error que perjudique a quienes reclaman justicia, a quienes invocan la administración de justicia.
El pasado jueves 21 de septiembre, en la primera sesión del último periodo del congreso local, se ratificaron una a una las magistraturas decididas desde el palacio de gobierno estatal. En un acto histórico, que saca a nuestra entidad de entre las que mantenían una auténtica división de poderes y por tanto, un sano equilibrio democrático; la titular del poder ejecutivo invadió al judicial colocando nueve magistraturas, de entre las cuales sólo tres se ocuparon por juezas.
De las nueve magistraturas, sólo DOS de las personas designadas, habían concursado previamente para obtener esas investiduras y habían obtenido puntaje de excelencia; una más había participado, con calificación reprobatoria y el resto, seis nuevos magistrados y magistradas NUNCA habían participado en un proceso de selección judicial.
De las nueve magistraturas, sólo TRES tienen carrera judicial, el resto son políticas y políticos funcionarios panistas con o sin afiliación. Una de las magistradas de este bloque, estuvo presente en muchos eventos de campaña de la hoy gober, portando orgullosa la playera publicitaria de la entonces candidata. Varias fotos de la hoy luminiscente magistrada, en plena PORRA, circularon profusamente en redes sociales en los días previos a su designación.
De las nueve magistraturas, destaca uno de los investidos, por un ESCÁNDALO suscitado a raíz de una noche de juerga que hace unos años disfrutó, en la zona de tolerancia llamada “las violetas”. Debe distinguirse también que entre los nóveles magistrados hay uno que ha sido ETERNO representante del PAN en órganos electorales, esa es la característica principal de su trayectoria profesional.
De esas magistraturas que el Congreso Local sólo ratificó, hay seis funcionarios que tomaron protesta, SIN HABER renunciado previamente, y sin haber agotado las formalidades para dejar sus encargos que las leyes respectivas exigen, a saber: ocuparon DOBLE cargo, violando las compatibilidades perfectamente marcadas en las normas administrativas, y, sabedoras y sabedores de que estaban cometiendo sendas infracciones legales, corrieron a entregar sus renuncias. Estas y estos magistrados cometieron tremendo FRAUDE pues, aventar una renuncia en un escritorio o depositarla en una oficialía de partes, NO IMPLICA el cese inmediato de un cargo, ni de las funciones que ejercían y menos aún la entrega-recepción formal de todo aquello que tuvieran en resguardo y responsabilidad. ¿A quién creen engañar?
Particularmente es fraudulento, hacer creer que la renuncia de un secretario de ayuntamiento, puede validarse sin ser aprobada en sesión de cabildo; como también lo es que la presidencia del consejo de transparencia es efectiva sin pasar por la sesión respectiva. ¡Ah qué par de maestros del engaño! Y vaya forma de comenzar una encomienda legal: de manera ILEGAL.
Finalmente le comento a Usted, sorprendida lectora e impactado lector; que entre las y los nuevos magistrados, hay cinco chapulines, un hombre y cuatro mujeres que dieron impresionante SALTO al cargo judicial de mayor nivel, desde una dirección municipal, una secretaría de acuerdos y cargos menores. Se lo pongo así: de la secundaria, pasaron directito al doctorado. ¡Hágame Usted el favor!
Concluyamos, mis caros lectores: si se hubieran apegado al procedimiento del Consejo de la Judicatura local para elegir a las nueve magistraturas, sólo DOS de ellas lo habrían obtenido.
Así las cosas, sólo queda recordar a las siete Tere-magistraturas, que pueden incurrir en responsabilidad civil, penal y administrativa, si no cobran autonomía y asumen que su responsabilidad es política al poner sus actuaciones al servicio del poder ejecutivo y no al servicio de las y los ciudadanos reclamantes de justicia.
