- Con firmas y comentarios se manifestaron trabajadoras de todo el país
- Las denunciantes son revictimizadas y removidas de sus puestos y protegen a los agresores
Integrantes del Observatorio de Violencia Social y de Género de Aguascalientes (OVSGA) entregaron al Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEGI) las firmas recabadas para manifestarse en contra del hostigamiento sexual y violencia laboral dentro de la dependencia.
Mariana Ávila y Violeta Sabás se presentaron en el edificio sede del INEGI para exigir, a través de una misiva, la exigencia de una investigación pronta y la reparación del daño en el caso de tres trabajadoras que denunciaron haber sido víctimas de violencia laboral y hostigamiento sexual por parte de sus superiores sin que el Instituto haya tomado las medidas necesarias, con base en protocolos, para salvaguardar su integridad y garantizar alejarlas del entorno violento.
Las activistas entregaron 22 páginas con 18 mil firmas y comentarios de trabajadoras de todas las sedes del INEGI en el país en los que, además de respaldar a las denunciantes en
Aguascalientes, señalan estar viviendo situaciones similares en sus espacios laborales. El paquete de firmas va dirigido a la presidenta del INEGI, Graciela Márquez Colín. Con él se señala la exigencia de dar solución a la situación de las trabajadoras, quienes hasta ahora sólo han recibido, “el silencio cómplice de las autoridades encargadas de garantizar el derecho de las denunciantes”.
“En un contexto de violencia generalizado del cual el INEGI ha dado cuenta en las estadísticas que hace públicas, estos hechos son graves y preocupantes y ponen en un contexto de vulnerabilidad a todas las trabajadoras de la Institución, vulnerando su derechos a una vida libre de violencia y la ley estatal en la materia, las disposiciones del Código Penal estatal, como el establecido en el artículo 114”.
En la misiva el OVSGA, respaldadas por otras organizaciones nacionales en defensa de los
derechos de las mujeres, señalaron confiar en que se llevarán a cabo las acciones necesarias para garantizar a las trabajadoras un ambiente libre de violencia.
Marian Ávila explicó que a partir de que se hicieron las denuncias, el 29 de julio, las condiciones laborales para las denunciantes han ido de mal en peor, mientras que los señalados continúan en sus puestos de trabajo, beneficiados además con el trabajo virtual, todo lo contrario a lo que se esperaría que realizara la institución en estos casos.
Además de la revictimización a las denunciantes y a pesar de presumir tolerancia cero contra la violencia, el INEGI ha hecho oídos sordos a otros señalamientos de violencia laboral y hostigamiento laboral. Detalló que, con base en los protocolos, quienes debieron ser reubicados de sus puestos laborales son los denunciados; pero son ellas a quienes cambian de área de trabajo.
Señaló que es el Organismo Interno de Control en donde se estancan las denuncias, se activa el mecanismo de protección, pero para los agresores, no así para las víctimas.
Las firmas se recabaron a través de Change.org




